Nadie sabe lo que puede pasar hoy

Manuel Campo Vidal

ESPAÑA

Los dos partidos mayoritarios confían en ganar unas elecciones en las que cualquier cosa es posible y la baja participación prevista puede desfigurarlo todo

07 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

No se recuerda un día de tanta incertidumbre sobre los resultados electorales. De las urnas puede salir esta noche cualquier cosa. Incluso los que afirman con seguridad que el PP sacará cinco puntos al PSOE, o tres, o dos, y los que confían en que el PSOE resistirá, o incluso que ganará, tienen confianza suficiente en lo que dicen. La participación, baja o bajísima, puede desfigurarlo todo. Y las lecturas posteriores se anuncian apocalípticas. «Soy optimista con las europeas», aseguraba José Blanco hace pocos días. «Le sacaremos al PSOE cuatro o cinco puntos», afirmaba Mariano Rajoy. La realidad es que nadie sabe nada con certeza.

Ni siquiera los institutos demoscópicos. El CIS, por primera vez, se mojó hace dos semanas, pero consideraba una participación del 75%, que no se la cree nadie. Solo La Vanguardia tituló con la previsión de un gran empate en cabeza, aunque se basaba en una encuesta de Julián Santamaría, del Instituto Noxa, que daba dos puntos de ventaja para el PSOE en las urnas. «Es que Julián ya juega de enfant terrible, le gusta ir a contracorriente y, como acierta mucho, porque es un excelente investigador de tendencias de voto, se permite desafiar las previsiones de otros», afirma el profesor Juan Montabes, hoy presidente del Consejo Audiovisual de Andalucía. Santamaría fue el único en España que clavó el resultado del referendo sobre la permanencia en la OTAN y, años después, el único que anunció a las ocho de la noche que José María Aznar había ganado por mayoría absoluta. Era el año 2000. Otros también lo creían, pero no se atrevieron a decirlo.

Ha sido una campaña para olvidar. Con candidatos sin demasiado atractivo y con exceso de agresividad para afianzar el voto entre los fieles, a costa, quizás, de provocar hartazgo en otros sectores que podría desembocar en la abstención, el voto nulo o en candidaturas de terceros para romper el bipartidismo.

Habrá con seguridad dos líneas de lectura de los resultados: ante todo, el duelo PP-PSOE, del que unos aspiran a conseguir elecciones anticipadas y los otros, gasolina para llegar al fin de la legislatura. Y después, preguntas varias: ¿conseguirá Rosa Díez colocarse como tercera fuerza nacional por encima de IU? ¿Cuántos votos sumarán las distintas opciones de extrema derecha? ¿Habrá indicios de castigo a los partidos tradicionales expresado en el voto nulo?

Paro y fusiones

La previsión es más fácil establecerla sobre lo que vendrá después que sobre las urnas. Se prevé un verano algo mejor en caída del empleo, que el propio Zapatero sabe que empeorará en septiembre, y de ahí sus prudentes declaraciones sobre el asunto.

Por otra parte, se precipitará la carrera de fusiones de cajas de ahorro desbordando límites de las comunidades autónomas en algunos casos. Montilla, que tiene más cartas en la mano porque en Cataluña hay diez cajas, algunas muy pequeñas, ya ha sugerido las alineaciones con Caixa Cataluña y Caixa Penedés más las del Vallés como cabezas de cartel. La Caixa, obviamente, juega en otra liga. En Andalucía, la Junta se opone a que a CajaSur la absorba CajaMurcia. Antes le entusiasmaba que Unicaja se comiera a la de Castilla-La Mancha, pero allí gobiernan los socialistas y en Murcia, los populares.

Pero todos esos reparos -comunidades que no quieren perder sus entidades de crédito o asociarlas con otras no afines-desaparecerán por la fuerza de los números en solo semanas. La previsión es que el año no termine sin algunos procesos de fusión de cajas iniciados.

Ni que el verano concluya sin la fusión, con distintas variantes, de dos acorazados mediáticos: los que representan las cadenas televisivas Cuatro y La Sexta, con la televisión de pago Sogecable reorganizada, quien sabe si con Telefónica participando. Para esas operaciones la urgencia es extrema y ya no vale cualquier pacto en Nochebuena. La Liga empieza este año el 22 de agosto, porque en el 2010 hay mundiales, y para esa fecha veraniega las alineaciones empresariales y la oferta de fútbol de pago debe estar lista para comercialización.

Las elecciones europeas quedarán atrás y el tobogán se pondrá en marcha. La emoción está garantizada.