«El esfuerzo merece la pena»

JUan oliver REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

26 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La oferta de empleo público constituye la esperanza laboral de miles de gallegos. En plena crisis económica, con 4,7 millones de parados en toda España y cerca de 246.000 personas registradas en las oficinas públicas de empleo de Galicia, obtener un puesto de trabajo para toda la vida es un caramelo. Junto a las plazas de la Administración General del Estado, las más demandadas son las de la Xunta, el Servicio Galego de Saúde y las universidades, que, a diferencia de lo que sucede con la oferta estatal, garantizan no tener que emigrar a otra comunidad. Así opinan varios opositores gallegos, entrevistados a pie de academia pocos días antes de que se aprobara la oferta.

«Me da igual el sueldo». Mercedes tiene 24 años, es nutricionista y se metió a hacer oposiciones tras constatar que era imposible encontrar un trabajo estable en lo suyo. Ni siquiera le sirvió obtener una titulación como administrativa tras un curso de un año, porque se pasó casi dos en el paro. «Me da igual tener un sueldo de mileurista, lo que quiero es tener un empleo», dice. A finales del verano pasado, decidió opositar. Estudia varias horas al día, en casa y en una academia, para las pruebas de la Administración General del Estado y de la Xunta.

«La Administración es más segura». Miguel es técnico superior en salud ambiental, tiene 27 años y llevaba una temporada en el paro. En lo suyo, dice, «no hay muchas oportunidades». La Administración pública, por contra, «es más segura que el sector privado». Por eso, y porque la crisis ha oscurecido por completo sus perspectivas laborales, hace ocho meses se decidió a opositar.

«Lo económico te lo compensa la calidad de vida». Con 43 años y «mucho tiempo» trabajando para la Administración pública, siempre con «contratos pequeños», Ana Ruiz decidió hace un año empezar a opositar. Estudia en casa tres o cuatro horas diarias, y asiste otras cuatro horas, dos días a la semana, a un centro especializado. Dentro de un mes tendrá la prueba para entrar como administrativa en la Universidade de A Coruña. El sueldo no es muy alto, pero ella asegura que la función pública tiene muchas ventajas: «Lo económico te lo compensa la calidad de vida: un horario fijo, vacaciones, derechos laborales...».

«Trabajar para la Administración ofrece estabilidad». Roque tiene 39 años y es técnico en administración y contabilidad. Tiene un empleo a tiempo parcial por las mañanas, pero quiere ser funcionario porque, tal y como están las cosas, «trabajar para la Administración ofrece una estabilidad que no hay en la empresa privada».

«Nunca imaginé que acabaría opositando». María se licenció en Filología y siempre pensó que iba a encontrar un empleo relacionado con su formación. «Nunca imaginé que iba a acabar opositando». Tiene 30 años, no quiere irse de Galicia y se presenta a las oposiciones de las universidades. «Lo que más me importa es la estabilidad y la seguridad laboral», reconoce.

«Me aconsejaron opositar». Estudiaba Biológicas, pero decidió opositar aconsejado por su hermana funcionaria. Estudia unas seis horas al día, además de las ocho semanales de clase en la academia. Asegura que no parará hasta que saque su oposición: «El esfuerzo merece la pena».