La vicepresidenta enmienda de nuevo la plana a Corbacho por su polémica recomendación
11 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Como ya ha ocurrido con otras afirmaciones -entre ellas la cuantificación de la economía sumergida o su seguridad inicial de que el Ejecutivo no elevaría la edad de jubilación-, al ministro de Trabajo ha vuelto a enmendarle la plana la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado. En esta ocasión, la caja de los truenos la ha abierto la recomendación de Corbacho de que los trabajadores «complementen» su jubilación con un plan privado de pensiones, aspecto que no comparte Salgado, que ayer reiteró en los pasillos del Congreso su confianza en el sistema público.
«Cuando me jubile, cuando la ley así lo permita y cuando deje de trabajar, dispondré de una pensión pública y no necesitaré siquiera la pensión de ex ministra», sentenció, para apostillar que lleva «cotizando desde los 22 años». En cualquier caso, la vicepresidenta dijo «respetar» que otros ministros -el propio Corbacho entre ellos- sí tengan suscritos planes privados.
Y es que en tal producto de ahorro con el que respaldar el mantenimiento del poder adquisitivo tras la jubilación confían ?-y así lo confirmaron ayer- cinco ministros: la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro de Industria, Miguel Sebastián; la responsable de Vivienda, Beatriz Corredor; la de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, además del propio Corbacho.
En el lado contrario, es decir, quienes declaran no disponer de plan de pensiones privado están el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el ministro de Fomento, José Blanco; su homóloga de Sanidad, Trinidad Jiménez; y el responsable de Justicia, Francisco Caamaño.
De los preguntados al respecto, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, fue el único que no se pronunció, alegando que pertenecía a su «vida privada».
La «salud» del sistema
Idéntica polarización se reproduce entre sus señorías, tanto diputados como senadores, ya que mientras que la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, sí dispone de «colchón» adicional al público de cara a la jubilación, al igual que Cristóbal Montoro, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, no ha optado por un plan privado.
También Durán i Lleida, portavoz de CiU; Josu Erkoreka, del PNV, y Rosa Díez, de UPyD, confirmaron disponer de un plan privado, mientras que Joan Ridao, diputado de ERC, o Cayo Lara, coordinador general de IU, no. Gaspar Llamazares admitió tener un sistema de ahorro, pero no un plan privado.
Pero, con independencia de que tengan o no ahorros invertidos en dicho producto, todos coinciden en su «confianza» en el sistema de la Seguridad Social, del que destacan su «buena salud», y niegan que las pensiones públicas de los españoles corran peligro alguno. El Gobierno garantiza el sistema hasta el 2025, pero es que la ministra de Igualdad ayer fue más allá, al afirmar en Toledo que el Ejecutivo «va a garantizar la pensión de la gente que tiene ahora 25 o 30 años».
La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, no desaprovechó la oportunidad para criticar al Gobierno. «De nuevo nos encontramos con la hipocresía de los socialistas», dijo, recordando que Corbacho «hace muy poco tiempo dijo que los planes de pensiones eran una cosa que hacían los del PP para darles negocio a sus amigos».
También la diputada del BNG, Olaia Fernández Davila, se mostró crítica con las declaraciones del ministro, que a su entender «confirman que o Goberno quere que a banca converta en negocio as prestacións sociais».