«Estamos intentando cambiar el rumbo del 'Titanic', pero no podemos hacerlo en un solo día»
ECONOMÍA
El Ecofin, como hizo el lunes el Eurogrupo, que reúne a los ministros de Economía de la eurozona, ha advertido a Grecia de que le exigirá «medidas adicionales» si en el plazo de un mes tiene dudas sobre la aplicación del programa de estabilización financiera o sobre sus resultados, que evaluará en su reunión en marzo. Una delegación compuesta por técnicos de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) viajará a Atenas esta misma semana para asesorar a las autoridades helenas y para supervisar a diario su cumplimiento. Entre las medidas adicionales que los Veintisiete pueden exigir a Atenas, tal y como confirmó ayer Elena Salgado, figura un aumento inmediato de los tipos del IVA.
La imagen de dureza que los Veintisiete quieren transmitir sobre el caso griego pretende tranquilizar a los mercados, convenciéndolos de que se han tomado en serio la recuperación de la estabilidad financiera del país, cuya bancarrota podría arrastrar a toda la zona euro. Pero, según fuentes comunitarias, también está dirigida a apoyar al Gobierno del socialista Giorgos Papandreu ante la previsible contestación social que deberá afrontar en los próximos meses.
Estadísticas
Su ministro de Economía, George Papaconstantinu, pidió ayer paciencia y confianza a sus socios y resumió la situación con una ingeniosa comparación: «Estamos intentando cambiar el rumbo del Titanic, pero no podemos hacerlo en un solo día». Ese rumbo está marcado por las cartas marinas elaboradas con estadísticas falseadas con las que Grecia navegó durante años, engañando a todos sus socios y también, como se ha visto a la postre, a sí misma.
Ese engaño aún duele a muchos de los Estados miembros, cuya opinión pública vería con muy malos ojos que, en plena crisis, los recursos de su país tengan que dirigirse a enmendar los errores y las mentiras de los políticos de otro Estado. Así lo asumió ayer el presidente del Eurogrupo y primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker: «Grecia debe saber que los contribuyentes en Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo no están dispuestos a corregir las fallas de la política presupuestaria griega», sostuvo.
Según Juncker, los Veintisiete ya han empezado a estudiar la forma en la que facilitarán a Grecia el préstamo que probablemente necesitará para hacer frente a sus obligaciones de pago. El presidente del Eurogrupo explicó ayer que ya se ha debatido la posibilidad de nombrar a un comisario o comisionado especial de los Veintisiete a quien se encargaría la supervisión de la economía del país.