Japón logró conservar en el 2009 su puesto como segunda mayor economía del mundo, con China pisándole los talones. El valor de su producto interior bruto nominal alcanzó el año pasado los 5,075 billones de dólares (unos 3,73 billones de euros), frente a los 4,9 billones del gigante amarillo. Y eso que la economía japonesa sufrió una contracción muy fuerte en el último ejercicio: su PIB real cayó un 5%. En cambio, la tasa de crecimiento real de China fue del 8,7%. El producto interior bruto nominal se calcula sin tener en cuenta la inflación, al revés que el real.
La mayoría de los economistas predicen que la talla de la economía china superará a la japonesa en uno o dos años. Japón se aupó al segundo puesto del ránking mundial, por detrás de Estados Unidos, en 1968.
«De una forma general, nos alegramos del crecimiento de China y de Asia», declaró el ministro japonés de Finanzas, Naoto Kan, tras hacerse públicos los datos. Pero a pesar de esta declaración de cortesía, Kan, de 63 años, no ocultó el sentimiento de tristeza que embarga a los de su generación ante la inminente victoria de China sobre su país. «Durante mucho tiempo Japón ha sido la segunda potencia económica del mundo, y, para ser honesto, para los de mi generación, aquella que vivió la gran explosión de la economía japonesa, es más bien triste acabar cediendo este título a China», dijo.