Feijoo avisa a Madrid de que no quiere una fusión «precipitada» de cajas

R. Santamarta / N. Bore / L. Villamor

ECONOMÍA

Caixanova reitera su oposición a integrarse, y Caixa Galicia se sumaría a una operación «según el socio y el momento»

19 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los movimientos que se advierten en el Ministerio de Economía para reordenar el sistema financiero español se siguen con atención desde la Xunta. Sobre todo ante la posibilidad de que el Gobierno central suprima el veto que tienen las comunidades autónomas para frenar fusiones interregionales de cajas. Aunque el Estatuto de autonomía de Galicia fija que las cajas son competencia del Gobierno autónomo. Esa posibilidad de suprimir el veto para facilitar uniones interregionales «é unha cuestión de extrema importancia», admitió ayer Alberto Núñez Feijoo tras el Consello de la Xunta. Además, el presidente gallego lanzó un mensaje al Ejecutivo central ante la posibilidad de que dirija o tutele uniones de entidades, como podrían ser las gallegas. «Non nos parece oportuno neste momento de tormenta financeira unha fusión precipitada», apostilló. Siguiendo ese argumentario, la conselleira de Facenda optó ayer por la «prudencia, dada a situación actual» para definir su estrategia con las cajas de ahorros, teniendo en cuenta además que este mismo mes la vicepresidenta Elena Salgada presentará el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB). Ese plan tiene como una premisa fundamental propiciar la unión entre entidades para mejorar su solvencia y evitar quiebras en el sistema, aun con inyecciones de capital público. Fuentes del Ministerio de Economía admitieron ayer esa posibilidad de saltarse el veto, si bien la circunscribieron exclusivamente para aquellos casos en los que la entidad tenga que ser intervenida y precise su fusión con un tercero. Algo similar a lo que ya sucedió con Caja Castilla-La Mancha, aunque en ese caso no se trató de una unión, sino de un rescate. Mientras, las dos cajas gallegas mantuvieron ayer la misma postura que han defendido en las últimas semanas. Caixanova -y así lo reitera su presidente, Julio Fernández Gayoso, cada vez que se le pregunta- se muestra reacia a integrarse con su homóloga en la comunidad y guarda silencio sobre las uniones interterritoriales. Como la anterior, Caixa Galicia es resultado de uniones entre diferentes entidades (entre otras, una en León). La firma recuerda ese pasado para demostrar que no se opondrían a fusiones «dependiendo del socio y del momento», explican desde la firma. Los bancos, reacios a entrar Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, afirmó ayer que los bancos no tienen interés alguno en entrar en el capital de las cajas de ahorros. Esta posibilidad se abriría aprovechando las cuotas participativas con derecho a voto, posibilidad que ha dejado caer la vicepresidenta Elena Salgado. «Queremos colaborar, pero no queremos participar en ninguna operación de entidades que no sean bancos», sentenció Martín.