Taguas propone un contrato único con un tope de 24 días por despido y que el Gobierno lidere la reforma laboral

Natalia Bore

ECONOMÍA

28 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente de la patronal de grandes constructoras Seopan y antiguo director de la Oficina Económica de la Moncloa, David Taguas, pintó ayer un oscuro panorama económico para el país si el Ejecutivo no complementa las medidas puestas ya en marcha frente a la crisis. En este sentido, alertó de que la tasa de paro podría llegar al 22,2% en el primer trimestre del 2011, y propuso la creación de un contrato de trabajo «nuevo y único», que disminuya la brecha actual entre los trabajadores fijos y los temporales, ya que son estos los que están sufriendo el azote más virulento de la recesión (de cada cien nuevos parados en el último año y medio, cinco eran trabajadores fijos y 32 temporales).

Hacer «concesiones»

Para Taguas, el Gobierno debe liderar la reforma del mercado laboral, aunque lo deseable es que se alcancen acuerdos en el seno del diálogo social. «Todos tendrán que hacer concesiones, ceder un poco por el interés común», señaló, para apostillar que la propuesta de un modelo único de contrato con costes de despido crecientes «no atenta contra los derechos de nadie, pues no afectaría a los contratos actualmente vigentes».

El citado documento -idéntico al propuesto hace una semana por un centenar de expertos del ámbito académico-contemplaría una indemnización mínima de ocho días para los temporales, para incrementar anualmente en cuatro días más hasta llegar -en el quinto año- al tope de 24 días por año trabajado, muy por debajo de los 33 o 45 que rigen hoy para los fijos.

En un encuentro informativo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Taguas también planteó otras líneas de actuación necesarias para salir de la crisis, como la puesta en marcha de un plan nacional de inversión en infraestructuras productivas, con un coste estimado de 11.000 millones de euros, que se sumarían a los 19.000 ya previstos en el Plan Estatal de Infraestructuras (PEIT). «Un incremento de la inversión pública del 1%, si se hiciera con carácter permanente, se traduciría en un crecimiento del 3% del PIB», señaló.

Taguas abogó por un cambio de política fiscal, que reduzca los impuestos sobre el trabajo y que eleve el IVA y los impuestos especiales, para asegurar la neutralidad recaudatoria.