El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, cree que el principal reto de este año en materia de empleo es frenar su destrucción, ya que la creación de puestos de trabajo no es posible mientras la economía no crezca por encima del 1,5%. Así lo manifestó en una entrevista, en la que explicó que la salida del túnel de la economía española depende de «asuntos internos», pero, además, de la recuperación económica internacional.
Corbacho afirmó que, pese a los datos del paro de marzo, tanto en ese mes como en febrero se ha moderado la tendencia en la pérdida de empleo, y auguró que si eso se mantiene, en abril y mayo la destrucción de puestos de trabajo podría dejar de ser «tan fuerte y tan masiva».
Recordó que la sangría comenzó en agosto del 2008 y que, a partir de ese momento, se convirtió en un «huracán» que fue tomando fuerza hasta su concreción en noviembre, diciembre y, sobre todo, enero del 2009, de tal forma que en solo seis meses se destruyeron un millón de puestos de trabajo. De ellos, explicó Corbacho, 700.000 corresponden a la construcción. No obstante, aseveró que tiene «casi la certeza» de que el ajuste en ese sector llegará a su fin en los próximos dos meses y que a ello contribuirá el Fondo Estatal de Inversión Local. Apuntó que es posible la cifra de 90.000 empleos que, según el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, generará este fondo, si bien eso no significa, dijo, que ya se haya llegado a este número de contratos.
Advirtió, no obstante, de que, aunque en dos meses deje de destruirse empleo en el ladrillo, la industria y los servicios «tomarán el relevo» en la pérdida de puestos de trabajo; y subrayó que el Gobierno asumirá siempre el pago de las prestaciones por desempleo.