España defenderá en el G-20 que se endurezca el control sobre la banca

Melchor Sáiz-Pardo

ECONOMÍA

El PP pide al jefe del Ejecutivo que no se limite a hacer «un paripé» y escuche?sus propuestas

09 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

José Luis Rodríguez Zapatero preparará con Mariano Rajoy, los sindicatos, los empresarios y especialistas financieros la cumbre del G-20 en Washington del próximo 15 de noviembre. Apenas horas después de que Francia y la UE confirmaran que España ocupará una de las sillas reservadas al bloque europeo, el presidente del Gobierno se apresuró a llamar al líder de la oposición para fijar un encuentro la próxima semana a fin de recibir las «sugerencias» del Partido Popular e «intercambiar» impresiones sobre la reforma de las instituciones financieras mundiales.

El jefe del Ejecutivo explicó que mantendrá una «ronda de contactos» con los interlocutores sociales, los representantes de las «principales entidades financieras», sabios económicos y Rajoy, al que telefoneó a primera hora de la mañana para cerrar la cita. Respecto a esta reunión, el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, pidió al jefe del Ejecutivo que no haga «un paripé» e incorpore las soluciones que le hará llegar Rajoy en su propuesta.

Rodríguez Zapatero, que convocó de urgencia a los medios en los jardines de la Moncloa antes del Consejo de Ministros, se mostró radiante tras conseguir que España participe en el encuentro de Washington con voz y voto. «Se ha reconocido la realidad de España, su peso político y económico, su modernización y su capacidad de interlocución», explicó el presidente, quien insistió en que «era lógico que la comunidad internacional nos reconociera como una potencia». «Después de 30 años, hemos demostrado que cuando nos dejan ser libres y vivir en democracia somos capaces de ponernos al nivel de los mejores, recuperando el tiempo perdido». «España ahora va a estar», dijo exultante. «Todos debemos sentirnos satisfechos. No era fácil», apostilló.

Y quiso borrar cualquier sombra de duda sobre supuestas contraprestaciones a Francia por ceder una de sus dos sillas en el encuentro de los grandes mundiales. Defendió la presencia de España por méritos propios. «España va a Washington como lo que es, la octava potencia económica y la séptima en sistemas financieros», afirmó.

El presidente no se olvidó de agradecer a Nicolás Sarkozy, a George W. Bush y la Unión Europea su «compresión» y, sobre todo, su «apoyo» para que España no falte a la cita «crucial». Tras la invitación a Washington, ya se marcó nuevos objetivos: la presencia permanente en el G-20. Dejó la puerta abierta a defender la reforma del formato de este foro, así como el del G-8 o el del G-13.

El presidente adelantó las grandes líneas que España defenderá en el encuentro internacional. Explicó que el objetivo del Gobierno será exigir la «máxima transparencia y supervisión» de las entidades financieras. Según Zapatero, la prioridad ahora del G-20 debe ser terminar con los «espacios vacíos y las sombras» en el control de los sistemas de financiación. Para ello, como mejor aval de España, presentó la «experiencia» del país en la supervisión de las entidades de crédito.