Zapatero buscará nuevos apoyos en Latinoamérica para acudir a la cumbre financiera del G-20
ECONOMÍA
El presidente del Gobierno buscará en El Salvador apoyos de los 23 países que asisten a la cita para acudir a la reunión de líderes mundiales del 15 de noviembre.
27 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.José Luis Rodríguez Zapatero, a las 72 horas de haber regresado de Pekín, volverá a hacer la maleta para viajar a El Salvador, país anfitrión de la XVIII Cumbre Iberoamericana. El presidente del Gobierno buscará en la capital centroamericana apoyos de los 23 países que asisten a la cita para acudir a la reunión de líderes mundiales del 15 de noviembre en Washington, y en la que no ha sido incluida por George W. Bush. El objetivo, aún así, no es tanto lograr un respaldo explícito de los principales dirigentes del continente sino evidenciar la influencia económica y política que España ejerce en esta región.
Zapatero asigna una importancia capital a las entrevistas que, junto al Rey, mantendrá en San Salvador con los presidentes de Brasil, Lula da Silva, y de México, Rafael Calderón, que sí estarán en esa cita de Estados Unidos en su condición de miembros del G-20. El gobernante brasileño, además, es el presidente de turno de ese directorio de naciones desarrolladas y emergentes, y fuentes de la diplomacia española piensan que puede utilizar la influencia del cargo para plantear a Bush que es conveniente la presencia de España en el encuentro que debe sentar las bases de un nuevo orden económico.
El presidente del Gobierno hará valer el liderazgo de España entre la comunidad latinoamericana para asegurarse el respaldo de la Cumbre de El Salvador, que se celebrará entre el 29 y 31 de octubre. La reunión, en principio, iba a versar sobre Juventud y Desarrollo , pero los gobernantes abordarán en sus reuniones a puerta cerrada la crisis económica. Zapatero también podrá verse con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pero el jefe del Ejecutivo no tiene previsto, de momento, mantener un encuentro con ella. Las relaciones hispanoargentinas atraviesan un momento complicado tras la decisión de Buenos Aires de nacionalizar las compañías gestoras de fondos de pensiones, medida que afectó a firmas españolas.