La crisis de rentabilidad del campo y el peso de las pensiones por el fuerte envejecimiento, claves de la dinámica
31 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Galicia está cada vez más partida en dos. La brecha que separa el eje atlántico del rural crece a una velocidad alarmante. Al menos eso es lo que se desprende de los datos que suministra el Instituto Galego de Estadística (IGE) en el trabajo que cada año divulga sobre las condiciones de vida de las familias. En 1999, los ingresos netos medios por hogar de la comarca más pobre (Ourense oriental) eran el 79,8% de la media gallega: 889 euros, frente a 1.113. Entonces, la distancia de la zona menos próspera respecto a la comarca con mejores rentas -A Coruña, con 1.300 euros y un peso de 116,8 sobre la media - se elevaba a 37 puntos. Esa misma comparativa con los datos del 2007 muestra una brecha de 62 puntos, es decir, casi el doble.
Los datos del IGE sitúan a Compostela como la comarca líder en ingresos medios por hogar, con 2.498 euros -lo que se explica por el fuerte peso del sector público-, muy por encima de la más atrasada en este concepto. En Ourense occidental y oriental apenas se llega a los 1.300 euros mensuales. La información de la Xunta da cuenta de una realidad incuestionable: Galicia se enfrenta a un grave problema de desequilibrio territorial que, lejos de corregirse, va en aumento con el paso del tiempo. La brecha creció durante los años de gestión de Fraga, pero también en los tres ejercicios que acumula en el poder la alianza de socialistas y nacionalistas.
La distancia que separa a las dos Galicias se explica, fundamentalmente, por dos factores: la crisis de rentabilidad de la actividad agroganadera y el vertiginoso declive demográfico que azota a buena parte de las zonas del interior de la comunidad.
En la autonomía hay 18 comarcas -un tercio de las existentes - en las que más de la mitad de los hogares tienen como fuente principal de ingresos las jubilaciones. En el sur de Lugo y las áreas occidentales y orientales de Ourense gran parte de las familias viven de lo que cada mes les ingresa la Seguridad Social en concepto de pensiones, rentas que son siempre inferiores a las derivadas del trabajo.
Los datos del IGE ponen al descubierto que miles de hogares de las zonas interiores de la comunidad no son productivos para la economía. Ante este escenario, con dos Galicias a muy diferentes velocidades, el Gobierno bipartito se ha planteado la cohesión territorial como uno de los grandes objetivos de la legislatura. Touriño presentó el verano pasado un plan de equilibrio con vigencia hasta el 2010 y dotado con un presupuesto de 3.657 millones de euros. Fue definido por el presidente como la respuesta colectiva jamás dada en la comunidad para cohesionar un país. Gran parte de los contenidos se ha incluido ahora en el acuerdo por la competitividad 2008-2011, firmado recientemente en Santiago por la Xunta, la patronal , Comisiones y UGT.