En el Registro de la Propiedad no figuran algunas de las cargas de urbanización que tienen las parcelas que vende Martinsa-Fadesa. El auto con el que el juez del Juzgado Mercantil número 1 de A Coruña dio por iniciado el proceso concursal el pasado día 24 tampoco estima que se actualicen estos datos y, sin embargo, permite a la promotora continuar con la venta de fincas a particulares.
El juzgado arguye que «no tiene sentido» ordenar anotaciones preventivas en el registro, puesto que las parcelas de la compañía son «miles». Sin embargo, estima que se actualicen las cargas de los «bienes inmuebles que integren el inmovilizado de la sociedad, incluidos los que estén destinados a actividades industriales que la propia concursada desarrolle directa o indirectamente y en cuanto sean de su propiedad o figuren a su nombre (como en su caso, hoteles y campos de golf)». Asimismo, el escrito solicita una relación detallada de estas propiedades para expedir los correspondientes «mandamientos para la anotación preventiva de la declaración del concurso».
De este modo, las personas que adquieran una de las fincas que, por ejemplo, Martinsa-Fadesa ofrece en la macrourbanización Costa Miño en A Coruña, pueden terminar heredando las cargas de urbanización que le exige la legislación urbanística y el convenio suscrito con el Concello, si la firma no las asume finalmente. En este sentido, el alcalde de Miño manifiesta desde hace meses que la recepción por parte del Ayuntamiento de las 389 fincas disponibles no se llevará a cabo mientras no se rematen los trabajos de urbanización pendientes. Además, los compradores de estas fincas -241 vendidas, en la actualidad- pasan a ser promotores de su propia vivienda.
Las asociaciones de consumidores llevan semanas recomendando a los compradores que deben seguir pagando sus viviendas si no quieren perder derechos. No obstante, algunos grupos de afectados ya han comenzado a buscar vías alternativas como pagar en una cuenta consignada ante el juzgado que lleva el proceso concursal. Una modalidad relativamente novedosa y que tendrá que estudiar la sala de lo Mercantil que lleva el proceso.
Último administrador
A media mañana de ayer se personó en el juzgado coruñés el último de los administradores concursales: Bankinter, el representante de los acreedores. La entidad designó al despacho del economista Diego Comendador, como representante en A Coruña, ante Luis Pérez Merín, el juez que ejerce como sustituto durante el mes de agosto y que podía quedarse en este destino como refuerzo.