Las acciones de Martinsa-Fadesa cayeron ayer a plomo en Bolsa (sus títulos retrocedieron un 33,8 por ciento) después de que la empresa informara de que no había conseguido un préstamo adicional de 150 millones de euros, que estaba incluido en el pacto de refinanciación de deuda de 4.000 millones, de un total de 5.100 que soporta la empresa.
La compañía, a través de un hecho relevante comunicado a la CNMV, reconoce que no consiguió obtener el préstamo (antes del pasado lunes, fecha comprometida), y pide al sindicato bancario, integrado por 45 entidades, que le dé plazo hasta el 7 de agosto; es decir, un mes más. «Obtener el mencionado préstamo es una de las numerosas obligaciones a realizar que contempla el contrato, y su obtención podría ser causa de vencimiento anticipado de este», advierte la compañía.
Fernando Martín, el presidente de la inmobiliaria, acudió al Instituto de Crédito Oficial (ICO), un organismo dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, para intentar conseguir los 150 millones. Sin embargo, no lo logró. Según indicaron fuentes bien informadas, «ya se había puesto fecha para la firma del crédito, que iba con garantías equivalentes a las que tenían el resto de los bancos sindicados. Pero el ICO requería garantías privilegiadas. La clave está en conocer cuál es el destino de ese dinero, que no es el pago de la deuda».
El empresario, que está negociando con las entidades una solución in extremis , tiene también que conseguir otros 300 millones de euros para acometer una ampliación de capital de 350, otro de los aspectos incluidos en el acuerdo de refinanciación con los 45 bancos. «O se abre el mercado y puede vender activos o la cosa se complica», indicaron fuentes financieras.
Del pacto de refinanciación de la deuda había trascendido, entre otros aspectos, que el principal no se amortizaría en los tres primeros años, y el primer pago de intereses estaba previsto que se efectuase en diciembre de este ejercicio.