Los descuentos, que alcanzaron el 80%, no lograron que el nivel de compra llegara al volumen de otros años
02 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Las rebajas ya no dan fiebre, al menos no tan alta como en ejercicios anteriores. El analgésico contra una patología que vivían miles de gallegos cada cambio de temporada es la crisis que empieza a dejar el palco de la macroeconomía para atacar donde más duele, a las economías domésticas. El virus del todo al 30, 40, 50 o incluso al 80% que ayer se vio en muchos escaparates de las principales ciudades gallegas provocó algunas décimas en los consumidores, pero el termómetro consumista no llegó a marcar los niveles de otros años durante el primer día de rebajas.
Lo que no pudo erradicar la crisis fueron las colas para pagar. En algunas cadenas, sobre todo en las del grupo Inditex, en A Coruña, el tiempo de espera para abonar una prenda alcanzó los quince minutos en algunos momentos de la mañana. Como contraste, en otras tiendas multimarca la actividad era mucho más moderada. El arte de echar un vistazo, que en rebajas suele acabar en compra, el primer día de esta temporada finalizó en muchos casos en un «lo voy a pensar».
Con todo, la actividad en el centro de la ciudad fue más pronunciada que otros días. Aparcamientos del centro ubicados en el entorno de las áreas más comerciales y donde habitualmente hay plazas libres, ayer estaban completos. En Lugo y en Vigo, también se registró más actividad que otros días, pero nunca alcanzó el nivel de otras temporadas.
El propio presidente de la Federación Gallega de Comercio, José María Seijas, reconoció que este año el comercio autonómico facturará unos 109 millones de euros, un 10% menos que en el mismo período de rebajas del año anterior. El consumo medio de cada gallego será de unos cien euros, lo que podría corregir un poco el mal resultado de las ventas en temporada, motivado, fundamentalmente, por el retraso de la llegada del verano.
Otro de los factores que han contribuido a amainar la fiebre consumista es la proliferación de los descuentos especiales, una fórmula legal puesta en marcha por muchos comercios para liberar stock y dar entrada a nuevas colecciones. Ayer, en establecimientos como Mango, la ropa de nueva temporada llegaba a ocupar incluso más espacio que la rebajada.
Comercios con prendas de lujo eran las que ofrecían los descuentos más atractivos. El problema era que en casos como el de algunos tipos de zapatos ya no había números.
Pero también hay productos que no llegan a estar nunca de rebajas. Acostumbran a ser vaqueros que van más allá de la moda o modelos muy determinados cuya vida en los armarios suele ser mucho más larga que la de las efímeras prendas de las tiendas con precios más bajos. Pero algunos de los productos más atractivos para comprar en esta época son la ropa del hogar o los electrodomésticos.