Las compañías del sector admiten que casi no se venden pisos y auguran un 2008 bastante duro
ECONOMÍA
El clima de desconfianza en la construcción que mostraba ayer el IGE no ha sorprendido a las empresas del sector. «Exactamente, no sé si son siete de cada diez, pero hay una cosa que está bastante clara: no hay nuevas promociones y las que están en marcha lo pasan francamente mal para vender los pisos, es más, podría decir que la venta de viviendas está bastante parada», explicaba ayer a este periódico Antonio Blanco, gerente de la firma Construnor.
Los responsables de los negocios consultados coinciden en subrayar que las mayores dificultades financieras las atraviesan empresas de menor tamaño, poco profesionalizadas y que se subieron al bum residencial sin conocer mucho el sector. «Las promotoras con suelo en propiedad y las que han afianzado una clientela y que son capaces de trabajar en la obra pública aguantarán el chaparrón, pero habrá otras firmas que no y eso va a hacer que se pierda mucho empleo», admitía otro empresario del sector que prefirió no facilitar su identidad.
Las compañías inmobiliarias han encontrado en el negocio del alquiler una vía de escape al parón de las ventas de primera y segunda residencia, pero las firmas más pequeñas empiezan a bajar la persiana. «Es cierto que tenemos constancia de algunos cierres, pero todavía no hemos hecho una cuantificación rigurosa del impacto que está teniendo la crisis en nuestro sector», explica Rafael Rey, portavoz de la Asociación Gallega de Inmobiliarias.