El plan estratégico de Ence 2007-2011 apuesta por participar en el negocio de las energías renovables. La intención es que hasta un 30% de los ingresos provengan de estas fuentes. Y la energía eólica es la alternativa más rápida y rentable.
Por ello el acuerdo negociado en Galicia pasa por una cesión de la mayoría del capital a los inversores gallegos a cambio de configurar un plan industrial con garantías de competitividad en el concurso eólico de la Xunta. Esa oferta industrial es el baremo más valioso a la hora de puntuar en el concurso de nuevos parques eólicos.
Entrada en el negocio
Ence firmó un acuerdo con el grupo Endesa en 1996 para la generación eléctrica con energías renovables. Un año más tarde, se alió con la papelera finlandesa Metsabotnia para operar en el mercado británico. Dentro de España, además del complejo de Lourizán, Ence tiene industrias en Huelva y Navia (Asturias).
La empresa posee más de siete millones de hectáreas forestadas y una capacidad de producción de pasta de celulosa de más de 620.000 toneladas. En 1999, constituyó Eucalipto de Pontevedra, que hoy fabrica tableros contrachapados casi en exclusiva para el otro gigante maderero gallego, Finsa.
Ence prevé invertir 1.200 millones hasta el 2011, año en el que prevé situar su facturación por encima de los mil millones y triplicar su beneficio neto, hasta los 150 millones de euros. El 75% se destinará a la nueva papelera en Uruguay. En España, el inminente traslado de Pontevedra provocó que el plan estratégico solo reservase siete millones de euros de inversión, frente a los 230 millones reservados para la factoría de Navia o los 33 que se desplegarán en Huelva.