Empresarios gallegos «toman» la nueva Ence

Miguel Á. Rodríguez

ECONOMÍA

La futura sociedad quiere explotar parques eólicos en Galicia y optar al concurso de la Xunta con su plan industrial

18 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Relevantes empresarios gallegos están a punto de alcanzar un acuerdo con Juan Luis Arregui, presidente de la Empresa Nacional de Celulosas, para hacerse con el complejo industrial de Ence en Lourizán (Pontevedra). La operación se canalizaría a través de una nueva compañía con mayoría de capital gallego, en la que la sociedad actual seguiría representada y gestionando el negocio. La intención es que sea la nueva Ence gallega quien aborde el espinoso traslado de las instalaciones pontevedresas, que datan de 1957, y apueste por cerrar el ciclo industrial con una nueva planta capaz de producir papel.

Tanto la creación de la papelera, una opción que ya se ha intentado sin éxito en otras ocasiones, como la reubicación de Ence-Elnosa, se integrarán en un mismo proyecto industrial que será presentado al concurso eólico abierto por la Consellería de Industria. La futura sociedad optaría de esta forma a la adjudicación de nuevos parques de aerogeneradores en Galicia como parte esencial de su negocio y garantía de viabilidad. Entre las opciones que están sobre la mesa figura la participación de la empresa en otros proyectos ligados a las energías renovables gallegas, especialmente en los terrenos forestal y de biomasa, donde Ence acumula una amplia experiencia.

Según ha podido confirmar La Voz en distintas fuentes, el estado de las conversaciones está muy avanzado y pendiente de flecos que podrían solventarse en el plazo de un mes. En las gestiones han participado activamente los conselleiros de Industria, el nacionalista Fernando Blanco; y el de Economía, el socialista José Ramón Fernández Antonio. Ambos recibieron hace meses el mandato del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, para acelerar la salida de Ence de Pontevedra, un compromiso electoral asumido tanto por el BNG como por el PSOE.

El emplazamiento de Ence frente a la ría de Pontevedra y a corta distancia de los núcleos urbanos de Marín y la capital del Lérez ha convertido a la pastera en uno de los mayores agentes contaminantes de Galicia. La empresa ha mejorado tecnológicamente las instalaciones para ocasionar un menor impacto con sus vertidos y emisiones a la atmósfera. Pero la Xunta tiene decidida desde hace años una reubicación. La solución arbitrada ahora permitiría mantener el control de la futura Ence en manos gallegas y llevar a cabo el traslado antes del año 2018, el límite de la actual concesión.

Calendario ajustado

Al menos tres empresarios de gran trayectoria en Galicia (dos del norte y uno del sur) están directamente implicados en este acuerdo, condicionado en el tiempo por la necesidad de presentar el proyecto industrial a la Xunta en junio, cuando concluye formalmente el plazo para optar a una parte de los 2.325 nuevos megavatios eólicos en juego.

La inversión precisa para reubicar Ence y crear una papelera rondaría los 500 millones de euros. Pero el desmantelamiento de las instalaciones de Lourizán, donde trabajan 270 operarios directos y más de 1.200 indirectos, no se produciría en ningún caso antes del año 2014. Los trámites administrativos y las obras tanto de las viejas dependencias como del nuevo complejo hacen difícil acortar este plazo.

El empleo directo de la nueva industria podría superar los 500 efectivos, con más de 2.000 puestos inducidos. Aunque la definición exacta de la futura sociedad sigue todavía abierta, parece ya decidido que los inversores gallegos cubrirían hasta el 55% del capital inicial, mientras que Ence mantendría el control sobre el otro 45%.

Si se materializa esta vía de solución para Ence, no será la primera vez que el presidente de la compañía, Juan Luis Arregui, recurre al sector eólico como complemento de una papelera. A finales del 2006 en Uruguay, donde la Empresa Nacional de Celulosas fijó su último gran proyecto internacional. Tras años de negociación, el Gobierno uruguayo accedió a crear una zona franca para la papelera española en Fray Bentos. La presión de los ecologistas y la resistencia política argentina, lindante con la zona de la nueva industria, forzó un cambio de rumbo cuando la sociedad se había gastado ya casi 200 millones de euros.

El mayor generador eólico

Arregui tiró de astucia para salir del paso. En diciembre del 2006 anunció un repentino cambio de ubicación al distrito uruguayo de Colonia. Pero lo hizo desde Buenos Aires, arropado por el presidente Kirchner. Meses después, se conoció su desembarco en el sector eólico argentino, donde posicionará a sus empresas entre las mayores generadoras de electricidad procedente del viento.