El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer la compra de la mayoría accionarial de la petrolera Andina, en la que la española-argentina Repsol-YPF tenía supremacía, en un nuevo paso para consolidar la nacionalización del sector de los hidrocarburos que inició en mayo del 2006. En un discurso ofrecido en el presidencial Palacio Quemado, Morales dijo que la operación se inscribe en la lógica de que «Bolivia quiere socios y no dueños» de sus recursos naturales, al tiempo que elogió a Repsol-YPF por haber sido posible lograr el acuerdo.
«El proceso de compra culminó con éxito», anunció el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, en una ceremonia donde el representante de Repsol-YPF, Tomás García Blanco, firmó el compromiso correspondiente. «Con este contrato Bolivia vuelve a recuperar la mayoría accionarial en 18 campos petroleros, donde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tendrá presencia en el directorio, la junta de accionistas y la administración», subrayó el ministro boliviano.
Una nueva etapa
Según García Blanco -que destacó los términos del contrato, desconocidos por el momento-, «comienza una nueva etapa, porque con la participación conjunta vamos a conseguir una administración moderna y ejemplo de sinergia entre una empresa estatal y una privada».
La estatal boliviana YPFB requiere de unos 214 millones de dólares para controlar las cuatro empresas capitalizadas que operan en el país desde hace más de un decenio.
La recuperación del control de esas empresas es la premisa principal del Gobierno y se enmarca en la nacionalización de los hidrocarburos, decretada por Morales hace ahora dos años.
Nuevas nacionalizaciones
Repsol YPF obtuvo en el pasado año un resultado operativo de sus actividades en Bolivia de 92 millones de euros (unos 146 millones de dólares), según datos de la compañía. La cifra equivale al 1,6% de su beneficio operativo consolidado, que ascendió a 5.808 millones de euros (unos 9.177 millones de dólares).
Morales también nacionalizó ayer por decreto tres petroleras, participadas por inversores británicos, peruanos y alemanes, y una compañía telefónica filial de la multinacional italiana Telecom.
Por decreto
Con los decretos promulgados por el presidente Morales en un acto multitudinario en la Plaza Murillo de La Paz, el Estado boliviano pasa a controlar el 50% más una de las acciones de Chaco, del grupo British Petroleum, y de Transredes, participada por la británica Ashmore y la anglo-holandesa Shell.
Además, el Estado también adquiere el cien por cien de la propiedad de la Compañía Logística de Hidrocarburos, que estaba en manos de inversores peruanos y alemanes, y de la telefónica Entel, filial de Telecom.