Javi es quien es porque hace cosas que nadie hace. Pondré un ejemplo. Una semana antes de viajar a Estocolmo completó un par de días de entrenamientos espectaculares. El sábado nos dejó alucinados en el parque al completar un 8.000 y seis 300. Era capaz de empezar a ritmo de tres minutos el kilómetro y acabar a 2.45. El domingo, después de tres horas y media de entrenamiento en bicicleta hizo 15 kilómetros a pie a una media de 3 minutos y 11 segundos, sin exprimirse al máximo. Meter esos entrenamientos en fatiga antes de viajar a cuatro competiciones casi seguidas, Estocolmo, el Mundial 70.7 de Austria, Edmonton y Chicago, es increíble. Algunos tenemos la fortuna de entrenar a su lado y poder verlo en primera línea.
Otra de las cosas que lo hacen un competidor tan especial es cómo vence al cansancio durante todo el año. Después de los días más duros de entrenamiento a pie, la jornada siguiente solemos hacer natación. Javi parece destrozado al andar esos 30 metros que hay desde la zona donde dejamos las mochilas hasta la piscina, como si le pesase todavía el esfuerzo del día anterior. Pero es solo un espejismo. Calienta y al instante ya está con el motor encendido fundiéndonos a todos. Se agota, se recarga y nos fusila. Ese es su ciclo vital.
Y puede parecer un tópico, pero cada año, se pone metas más ambiciosas y las supera. Antes se enfocaba al Campeonato del Mundo. Ahora lo alterna con el reto del 70.3, dos desafíos diferentes, aunque eso implique una mayor exigencia a nivel de entrenamientos, descansos y alimentación. Parece fácil, pero al final estás todo el día centrado en alguno de esos aspectos y cuidarlos todos no resulta tan sencillo. Se nutre de grandes retos, de objetivos altos. En su grupo de entrenamiento está fijado el viernes como día de descanso para recuperar. Pero a él lo tenemos que frenar.
Ahora a final de temporada es difícil que nadie le pueda hacer frente en competición. Salvo si Alistair Brownlee está en su mejor momento. otros llegan a septiembre pasados de vueltas, él se conoce y sabe como afinar la puesta a punto sin pasarse. En eso es imbatible.
Pablo Dapena es triatleta gallego e integra el grupo de entrenamiento de Gómez Noya.