Deportista de élite y madre, se prepara para un 2012 intenso
30 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.En España somos muy de sumarnos a los deportes cuando el éxito acompaña. ¿Oportunismo?
«Es normal -dice Gemma Mengual Civil (Barcelona, 1977)-. Como en estos momentos España no va demasiado bien en algunas cuestiones, te agarras a las cosas que te alegran». Mengual, capitana de la selección de natación sincronizada, que patrocina Asisa, tiene por delante un año en el que lo quiere dar todo.
-¿No es duro que los éxitos condicionen el tamaño de la parroquia?
-Sí, pero una debe de estar satisfecha de lo que hace por una misma, no por los demás. Sí que notamos que recibimos apoyos, sabemos que es debido a que hemos obtenido unos resultados, la gente nos reconoce, nos anima, pero somos conscientes de que, si dejáramos de ganar, igual no sería lo mismo o quedaríamos en el olvido, y más en un deporte minoritario.
-¿Qué factores han coincidido para que la selección de natación sincronizada esté en un momento tan bueno?
-Hay factores externos e internos. Hay figuras muy importantes en el equipo, como la seleccionadora, Anna Tarrés, y todo su equipo de ayudantes. Y luego hay muchas nadadoras que entienden la filosofía y el camino por el que tienen que ir. Es un equipo con talento, ya no solo físico, sino mental.
-Hay gente muy joven, el equilibrio mental y la juventud no siempre van de la mano...
-Sí. Hay chicas muy jóvenes, con mucho talento, que igual no llegarán porque no son capaces de aguantar según qué tipo de entrenamiento, la presión. -Desde fuera, su trabajo parece tan etéreo, y es muy duro...
-Muy duro, muchas horas de entrenamiento para que salga perfecto, y nunca sale perfecto. Partes de cero y tienes unas expectativas cada vez más altas.
-¿En qué piensa cuando ejecuta?
-Todo está mecanizado, te tiras y haces lo que has entrenado.
-¿No disfrutan la música entonces? ¿No la sienten?
-En las competiciones lo intentas, siempre te sale algo extra. Además de estar súper concentrada, te sale ese plus que te hace disfrutar más de la coreografía, de los trozos que gustan más.
-¿La primera vez se tiró usted a la piscina o la tiraron?
-[Se ríe] No recuerdo, pero seguro que me tiré yo. Siempre me ha gustado el agua. A mi hijo también; si ve una piscina tengo que tener cuidado porque se va gateando para ella.
-¿Cómo lleva la disciplina olímpica en el terreno familiar?
-Considero que es mi trabajo. He decidido darlo todo un año y, el que viene, ya veré. A mi pareja también le hace ilusión que yo lo haga y me está apoyando y animando desde el principio.