Los vigueses pretenden ahorrarse un millón de euros por los dos años que tenía de contrato y su agente dice que están negociando el finiquito
10 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Roberto Trashorras jugará en Primera División y el Celta no tendrá que soportar la ficha más alta de la plantilla, pero tampoco ingresará euro alguno por el pase del futbolista lucense al Rayo Vallecano, club con el que está a punto de firmar.
Después de que Herrera comunicase al diez celeste que no disputaría más amistosos porque podía tener algún pretendiente, salto a la palestra el interés del Rayo Vallecano, un conjunto afectado por el concurso de acreedores que no puede negociar con traspasos pero sí aprovechar su caché de Primera para captar a buenos jugadores.
A primera hora de la tarde de ayer, trascendió la noticia desde Madrid, admitida oficiosamente a última hora de la tarde por el propio conjunto vigués (las negociaciones) y por el representante del jugador, el último de la saga de García Quilón en Vigo.
El agente del jugador admitía que la negociación estaba pendiente de quién asumía el coste de las dos temporadas que al futbolista todavía le restaban en Vigo, una cuestión inaceptable para el Celta, que solicita que el jugador renuncie a los dos años, ya que el motivo esencial para desprenderse del jugador era ahorrarse el millón de euros que cobraría en el bienio que le restaba de contrato. Será el Rayo Vallecano el que tenga que soportar esa carga o negociar con el propio futbolista gallego.
Al margen
Miguel Torrecilla, el director deportivo del conjunto vigués, admitió en la Radio Galega que el club está dispuesto a dejar marchar a Trashorras sin ningún ingreso a cambio: «Ahora mismo es una situación que desde el club no se plantea [la de cobrar]», puntualizando que nadie del Rayo se había puesto en contacto con ellos. Todo indica que la negociación es entre el conjunto de Vallecas y el propio futbolista, toda vez que el cuadro gallego no pondría ningún impedimento a su marcha.
Trashorras llegó al Celta tres veranos atrás como bandera de un proyecto en donde el club volvió la vista a los jugadores de casa y de la tierra. Durante este tiempo ha mezclado claros y oscuros, aunque jamás nadie ha puesto en duda su inmensa calidad. Titular habitual, cada entrenador de turno siempre ha tenido un momento de duda con su contribución dentro del campo. El propio Herrera prescindió de sus servicios en algún momento del curso pasado.
Lo más llamativo es que los acontecimientos de este verano se llevaran de otra manera. El lucense parecía un producto vendible, pero desde el momento que quedó fuera de los amistosos la situación solo podía desembocar en su salida a coste cero. En el invierno pasado, el propio jugador desechó una oferta mareante de los rusos del Anzhi, porque en sus planes solo entraba el jugar en Primera División.
Si nada se tuerce, se reunirá con su amigo Michu en cuestión de días en el Rayo Vallecano y conseguirá al fin su objetivo de jugar en Primera División. Será a los 30 años y tras una vida en el fútbol.