El Lugo prefiere que el Alavés practique el domingo un juego directo
08 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.No destacó el Alavés en el partido de ida por plantearle al Lugo un fútbol combinativo. Le tuteó, sí, pero con un juego muy vertical en el que llegar rápido a los delanteros se convertía en la principal intención. Y la mayor parte de su peligro llegó en balones colgados, bien en jugada o en golpes francos. En el seno del conjunto rojiblanco prefieren que su adversario siga por esa vía directa pues, en principio, resulta más sencillo de achicar un posible bombardeo. Como dice Víctor Marco: «Será más cómodo para nosotros».
Lo comentaba la semana pasada su compañero en el eje de la zaga, José María Belfortti. Él también ve más sencillo repeler un pelotazo. «Es más complicado parar a quien realiza un fútbol combinativo, aunque pocos equipos intentan lo que nosotros hacemos», dice Marco.
Sin embargo, hay otras teorías, y como suele comentar el técnico lucense Víctor Basadre, «si estás mirando para arriba, al balón, puedes perder de vista al delantero». De todas formas, Víctor Marco recuerda que pese a que pueda parecer un juego un tanto primario, «el Alavés tiene gente arriba que puede hacer daño».
Delanteros de talla
Y no hay que olvidar la talla de los arietes del conjunto vasco. De los habituales, el más pequeño es Geni, que mide 1,79 metros. Los otros dos, Jito y el ourensano Óscar Martínez, están en el 1,84, y con fortaleza suficiente para pegarse con los zagueros rojiblancos por los posibles rebotes.
Decía la semana pasada el ex jugador del Lugo Rubén Durán (hoy en el Real Unión), en su análisis del Alavés, que fuera de casa suelen jugar con un solo delantero, y no con dos, como situó Tomé sobre el césped de Mendizorroza, los susodichos Geni y Óscar. Un extremo que no condicionará el planteamiento de un Lugo que siempre da prioridad al desempeño de sus propios hombres, más que preocuparse del rival.
«Creo que van a jugar directo, lo hagan con uno o con dos puntas», recalca Marco.
Sin encajar en casa
Si del Ángel Carro sólo se han escapado cuatro empates en lo que va de temporada, uno de los principales caballos de batalla del equipo desde que esta comenzó, su facilidad para encajar, se ha minimizado. Es más, en los cuatro últimos encuentros disputados a la vera del Miño, los rojiblancos han mantenido su portería a cero. Tres de la Liga regular, contra Montañeros, Celta B y Pontevedra, y el de vuelta contra el Murcia.
Para Víctor, la respuesta a esta mejora no deja dudas: «Porque estamos manteniendo bastante bien el control del juego».
En ese mismo periplo, los lucenses han marcado cuatro goles. O cinco, si se tiene en cuenta el razonamiento de Iván González, partícipe en esa jugada en la que no subió el segundo tanto ante el Murcia: «A ellos les hicimos dos». Pero el árbitro no quiso que el último sirviese para forzar la prórroga contra los pimentoneros.