El meta destaca que solo quiso quitarse al rival de encima para sacar rápido
28 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Ismael Falcón es una de las personas más tranquilas del vestuario celeste. Como se suele decir, es de los que no matan una mosca. Por eso sorprende la imagen en la que suelta el brazo hacia la cara del jugador del Recreativo Juan Villar que motivó su expulsión.
El gaditano lamenta que esta acción pueda dañar su buena imagen: «Es la primera vez que me expulsan de esta manera. Todos los que me conocen saben que soy incapaz de hacer eso y mucho menos perjudicar al equipo y dejarlo con un jugador menos», señaló ayer el meta celeste después de haber visto la jugada por televisión. «Es mi segunda expulsión como profesional y estoy bastante fastidiado porque no me gusta la imagen que deja de mí», apuntó.
Falcón mostró en la sala de prensa la ostensible huella que dejó en su cuello el agarrón y arañazo del jugador rival y justifica así su error: «Lo único que hice fue intentar quitarme de encima al jugador, pero en ningún momento agredirle. Por mi cabeza no pasaba esa agresión. A lo mejor en la imagen se ve llamativo, pero yo no quería darle un codazo. Tuve la mala suerte de que le di en la boca al quitármelo de encima».
Admite la tarjeta roja
En cualquier cosa admite que la tarjeta roja está bien mostrada, aunque no hubiese intención: «Hay contacto y el línea lo ve. Él no está en mi cabeza para saber que no quiero agredirle y lo que ve es que le doy con el codo o con el brazo, y eso es lo que señala. Son las reglas del juego y hay que aceptarlas».
A renglón seguido entona el mea culpa. «Desde aquí quiero disculpar la situación y hay que aprender de estas cosas para no volver a repetirlas».
Reconoce que lo pasó mal tras el partido. «Apenas he dormido esta noche dándole vueltas a la cabeza, pero es lo que toca y no hay que darle más vueltas, no me puedo tirar desde un décimo piso».
Asegura que en su acción no influyó para nada la ansiedad por la situación del equipo. «No hay nerviosismo, ni ansiedad. Yo soy muy tranquilo jugando. Fue simplemente que me agarró y yo trato de apartarle. Me dio una patada, me estuvo agarrando, no fue un codazo limpio de la nada, sino forzado por la disputa», añade a modo de justificación y con la esperanza de que la sanción no sea de más de un partido.
Falcón niega que haya levantado el codo para agredir al rival: «Es donde tengo el brazo porque me tiene enganchado, no lo levanto yo. Fue mala suerte que le da en la cara». Insiste en que su única intención era «quitármelo de encima para sacar rápido el balón jugado, el árbitro ya había pitado falta y el jugador seguía enganchado, por eso fue un acto reflejo», destaca el meta andaluz.
Cree que también pudo influir el «teatro» que le echó Juan Villar.
«El línea no está en mi cabeza para saber que no quería agredirle y señala lo que ve, son las reglas del juego»
Portero del Celta