El juvenil Miguel Mateo se recuperó de los golpes recibidos sobre el terreno de juego sin el balón de por medio.
02 mar 2011 . Actualizado a las 20:46 h.Miguel Mateo, el jugador juvenil del Moaña agredido durante un partido el sábado, recibió ayer el alta médica. Exceptuando unas horas del domingo, el futbolista permaneció ingresado desde la mañana del sábado hasta la de ayer en el Hospital Domínguez de Pontevedra. Se confirmó que Miguel se recuperaba de los golpes recibidos sobre el terreno de juego sin el balón de por medio.
El agresor, Yeray Oubiña, del Monte Porreiro juvenil, manifestó que estaba profundamente arrepentido de lo sucedido, y ayer se animó «un poco» al saber que Miguel ya no estaba ingresado en el sanatorio pontevedrés. Yeray dio una patada en la cara a Miguel durante el encuentro que disputaba el Monte Porreiro contra el Moaña en O Morrazo. El pontevedrés explicó que su «inexplicable reacción» fue consecuencia de unos insultos que Mateo profirió hacia su madre.
La agresión unió a los implicados. Yeray visitó en varias ocasiones a Miguel en el hosptial, y le pidió perdón constantemente. El agredido le dijo que todo estaba olvidado, aunque señaló que «la agresión fue brutal».
Sin embargo, Miguel Mateo perdonó la burtal acción de Yeray «porque sé que está arrepentido». El propio juvenenil de Monte Porreiro reconoció que le dio con tanta fuerza que «pensé que lo había matado». El padre de Miguel reconoció que «aquello pintaba feo».