Tres tenores y un gran coro

rubén ventureira A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

27 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Formó el Madrid con lo que la prensa blanca denomina los tres tenores (Kaká, Cristiano y Benzema), pero el coro fue blanquiazul. Hubo lleno en Riazor, donde, al contrario que en el césped, dominaron las gargantas locales, que se desgañitaron, especialmente para azuzar a Ronaldo y a Mourinho.

No se percibió esa hostilidad en la previa. El recibimiento al autocar blanco en los aledaños del estadio sorprendió a los enviados especiales madrileños. «En los tiempos de Capello había que venir con casco. Y mira cómo está esto ahora», reflexionaba un plumilla ante el ondear de banderas merengues en Manuel Murguía. Los jugadores contemplaron desde las ventanillas una concentración de 2.000 personas. Había numerosas bufandas y banderas madridistas, pero los pitidos castigaron los oídos blancos cuando estos descendieron del autocar.

Cuando salieron el campo a calentar los jugadores blancos, estallaron los flashes. Fue como una lluvia de estrellas fugaces, que titilaron sobre todo en el fondo de Djukic. Ya con el balón en juego, los pitidos subrayaron cada toque de balón de Ronaldo, nueva diana de la afición blanquiazul tras la marcha de Raúl y Guti. Como no todo iba a ser picar al rival, desde Maratón se dirigió el viejo grito de guerra: «De-por-ti-vo». Con cuatro sílabas y miles de pulmones. Y así, sin descanso, ni siquiera en el ídem.

En la segunda mitad, Mourinho se dejó ver en la banda gesticulante para protestar una tarjeta a Pepe, y la grada lo mandó callar. La minoría merengue se dejó escuchar nítida por primera vez cuando Cristiano disparó al palo. En el emocionante tramo final, con el Madrid volcado, la afición defendió con su garganta la fortaleza herculina, aclamando cada recuperación defensiva de los suyos. Y al final, llegó el éxtasis. Se desplegaron las bufandas para celebrar que Riazor vuelve a ser tierra no conquistada para los blancos. Desde el marcador simultáneo se recordó aquel «creciditos» de Mourinho antes de la semifinal de Champions y los Blues desplegaron una pancarta muy oportuna: «Mourinho, estabas un poco creciditos».