Gran entrada y mejor ambiente en las gradas del Multiusos de Sar, que rozó el lleno
SANTIAGO
Nada se le puede reprochar al equipo, que puso todo de su parte. Faltó frescura o lucidez en ataque ante un rival que dejó una gran imagen. Y que se llevó una gran impresión de la afición de Santiago, porque los seguidores volvieron a cumplir con matrícula de honor.
Las ocho de la tarde no es la mejor hora de un día laborable para un partido de baloncesto, y menos en unas instalaciones a las que solo se puede acceder por dos embudos. Pero la hinchada obradoirista zanjó cualquier debate. Da igual por la mañana que por la tarde o por la noche. El pabellón presentó un aspecto magnífico, casi lleno, y el empuje de los seguidores se dejó sentir en todo momento. Los hinchas dieron otra exhibición.
A pesar de la derrota, la gente despidió con aplausos a los dos equipos. Los únicos que se llevaron un abucheo fueron los árbitros, que no tuvieron una actuación muy afortunada. Tanto al descanso como al final del encuentro recibieron una sonora pitada.
El domingo a las 12.15 el Obradoiro vuelve a jugar ante su público. Recibirá al Lleida y la grada volverá a responder como lo viene haciendo.