«Conseguimos sumar tres puntos que nos hacían falta como el comer», declaró el argentino
28 sep 2010 . Actualizado a las 16:28 h.Faltaban cuatro minutos para que el árbitro castellano leonés Víctor González González decretase el final del partido cuando Dani Pendín se elevó a los altares y colocó el balón en el fondo de las mallas de la portería del Coruxo. El centrocampista argentino, por el que pagó un millón de euros el Jerez hace unos años, estaba ayer «muy contento porque sirvió para ganar el partido y sumar tres puntos que nos hacían falta como el comer. Lo necesitábamos porque los dos últimos partidos tampoco fueron para perder. Fue una jugada muy buena para rescatar los tres puntos porque ya estábamos luchando con nosotros mismos más que con los rivales.
Dani Pendín, narra la jugada: «Cuando vi que el partido estaba en un ida y vuelta. Hablé con Santi Amaro y Orlando. Les dije que si hubiésemos empatado con el Badajoz, el Rayo B y el Castilla tendríamos tres puntos más. Y muchas veces un punto no vale nada, pero hay que saber que cuando no se puede ganar no hay que perder».
«Pensaba -añadió-, que ellos estaban atacando y justo vino el córner. Sabía que lo tenía que aprovechar si me caía cerca de donde estaba. Cuando vi salir el balón (la verdad es que Rubén [Reyes] le pegó muy bien), lo toqué con el hombro y la cabeza y tuve la suerte que el balón fue al costado de ellos y el portero ya no lo pudo parar. Fue una gran alegría».
El centrocampista granate reconoce el error del Coruxo en su marcaje: «Tenía dos jugadores que me marcaban. Todos los partidos, no sé si es que me conocen o qué, pero estaban dos pendientes de mí y le dije a Nero que me los bloqueara ya que quería arrancar limpio, desde atrás. Cuando le estoy diciendo eso a Neru llega el centro de Rubén y se despistó uno de los jugadores del Coruxo y tuve la suerte de que justo me cayó sobre mí», señaló.
El jugador granate señala que no es normal que un equipo «como el nuestro llevase tres partidos seguidos sin ganar ante rivales que son buenos pero que tienen otro nivel distinto al del Pontevedra. Y es que estábamos todos con muchas dudas, con desconfianza cuando se crean estos resultados negativos, por lo que este gol significaba la victoria muy valiosa».
Proponer también, a partir de esta victoria, a ver si de una vez por todas este es un punto de inflexión para llegar a mirar para arriba, añadió.
Amplia dedicatoria
El gol se lo dedicó a su familia, que «sufre desde que estoy en España. En esta profesión se cambia de un sitio para otro con los colegios y nos nos obliga a llevarlos de un lado para otro. Extendió la dedicatoria a su compañero de equipo Sergio Castaño, que hizo mucho por mí cuando nos conocimos en Jerez y ha sido el que me ayudó en los primeros días del play-off aquí con el Pontevedra y se lo quise dedicar también a él porque estaba en la grada».
El argentino también tuvo un reconocimiento con el entrenador Ángel Viadero: «Cuando pasé por su lado le di la mano porque me parece que es un currante, que lo pasa mal cuando el equipo no gana y está haciendo un buen trabajo a pesar de que los resultados no siempre van de la mano. Pero con esta victoria tenemos más tranquilidad y por eso también se lo dediqué a él».
Sobre si era justo o no que el técnico estuviese cuestionado, Dani Pendín manifestó: «No sé si justo, pero esto pasa en todos los sitios. Un equipo como nosotros, en teoría al menos está armado para estar arriba, se queda fuera de la Copa del Rey, pierde tres partidos seguidos... y es normal que se creen esas dudas. El primer cuestionado siempre es el entrenador porque a los jugadores no se pueden echar ya que son veinte y el entrenador, uno solo».