Nuria Fernández, campeona de Europa con un final demoledor, mientras Natalia Rodríguez fue tercera
02 ago 2010 . Actualizado a las 12:38 h.Las medallas del 1.500 femenino también llegaron a pares, y del mismo modo. Pero ganó la teórica secundaria. Nuria Fernández, que casi toda su vida ha estado a la sombra de Natalia Rodríguez cuajó un final de recta sensacional para alcanzar el segundo y último oro de España en el Campeonato de Europa. Natalia, que llegó empujando desde atrás se hizo con el bronce e incluso acarició la plata. Un excelente broche dorado al último día de competición (cuatro medallas para España) lo que maquilla un tanto la decepción.
El 1.500 femenino también prometía y no defraudó. Se anunciaban altos ritmos, y aunque a tirones, a ellos tuvieron que adaptarse las dos mamás del atletismo español. Inteligentes, dejaron gobernar a las rusas durante las dos primeras vueltas. Nuria agarrada a la cuerda como si de Marta Domínguez se tratase y Natalia Rodríguez marchando imperial por la calle dos.
Ninguna de las dos quemó un gramo de fuerza innecesaria hasta que escucharon la campana de la última vuelta. Entonces Nuria cambió el ritmo por dentro y se acercó a las primeras, Natalia le siguió e incluso en la contrarrecta pegó un acelerón que le llevó a liderar la prueba en compañía de Anna Alminova, la gran favorita y la que más tiró del carro.
Pero ninguna de las dos, ni la rusa ni la tarraconense, tenían el cambio ganador en la reserva. Lo tenía una madrileña de 33 años que se cansó durante toda su vida de quedar eliminada en series y de vivir a las puertas del podio. Hasta que Candela, su pequeña hija, le cambió la vida.
Nuria aprovechó un pasillo entre las dos primeras calles para con una zancada poderosa y un braceo muy personal marcharse en solitario hacia la meta. Nadie la pudo seguir, ni la francesa Hind Dehiba, ni su compañera Natalia Rodríguez, que aguantando un esprint largo intentó hacerse con la plata. Lo tuvo muy cerca, pero el bronce también le reconforta. Confirma que está a la altura de las mejores y que antes o después se tomará la venganza de la descalificación de Berlín.
Y una de las razones por la que no pudieron seguirle fue porque Nuria ganó haciendo su mejor marca personal de todos los tiempos. Después de una vida encima del tartán fue a clavar los cuatro minutos el día más indicado. El mejor reconocimiento a una segundona que ayer dejó de serlo para convertirse en campeona de Europa.