El club y el cuerpo técnico han cambiado el discurso y apuntan directamente al ascenso como objetivo del año
19 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El Celta inicia hoy en A Madroa la pretemporada de un año que pretende convertir en el de su regreso a la élite. Tras tres intentos fallidos con seis técnicos distintos -Stoichkov, López Caro, Antonio López, Alejandro Menéndez, Pepe Murcia y Eusebio-, Paco Herrera será el séptimo entrenador de la era Mouriño en Segunda que busque la gloria que al resto se le ha negado.
El objetivo del club vigués ha cambiado. Este año la meta marcada es la del ascenso, y ya no valdrá la paciencia con una primera vuelta como la de la pasada Liga en la que el cuadro celeste estuvo casi toda la primera parte de la competición inmerso en los puestos de descenso.
Los tres refuerzos para el ataque -Quique De Lucas, Joan Tomás y David Rodríguez-, y varias caras nuevas entre los canteranos -Jota, Carlos David, Víctor Fernández, y Álex López-, serán las únicas novedades de un bloque que apuesta porque la experiencia del pasado año con un plantel cargado de gente joven le haya servido para ahora hacerse más fuerte. Los Yoel, Abalo, Aspas, Túñez o Hugo Mallo, deben mostrar en esta campaña el poso necesario para aguantar la presión de un candidato al ascenso.
De la pasada Liga repiten 17 jugadores, algo que no había sucedido desde hace muchos años en Vigo, y además uno de los que llega, como David Rodríguez, conoce ya bien la entidad viguesa.
Las principales dudas en clave viguesa consisten en: por un lado saber qué va a pasar con las salidas, y por otro si Borja Oubiña volverá a ser futbolista. De lo primero, el Celta quiere vender a Falcón y Michu pero por el momento no han aparecido ofertas suculentas por ellos. Da la sensación de que, al menos el asturiano, terminará yendose. En cuanto a lo segundo, la esperanza del celtismo es que su capitán, ese que pudo haber sido uno de los triunfadores del pasado Mundial, vuelva a ser el que brilló en el último ascenso.