El Compos despide su decepcionante temporada con una nueva derrota

C. R. SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

10 may 2010 . Actualizado a las 12:16 h.

El Compostela despidió en San Lázaro la triste temporada con una nueva derrota: 1-2. El equipo santiagués, casi sin público en las gradas, perdió ante el Mirandés un partido sin historia y para olvidar cuanto antes.

El Mirandés se puso muy pronto por delante en el marcador. No habían transcurrido ni diez minutos cuando el conjunto visitante puso en evidencia la preparacion de los compostelanistas, que tardaron muchos minutos en centrarse en la faena.

De todos modos, antes de marcar Tato para el Mirandés Iván dispuso de la primera ocasión para deshacer la igualada. También Haritz pudo marcar para los visitantes en los compases iniciales.

Tras el gol, el partido se puso tan frío como el ambiente. Tarde de perros en la capital gallega, la peor entrada de la temporada y dos equipos sobre el tapete que tenían menos motivación que los agentes del orden que circulaban por el estadio.

El partido fue un auténtico castigo para los pocos aficionados que acudieron al recinto. Ni Compos ni Mirandés mostraron calidad. Tampoco mostraron muchas ganas. El equipo de Fabiano, al verse por detrás en el marcador, intentó sorprender por las bandas, pero el Mirandés cerró bien sus líneas y apenas dejé espacios ante un rival sin tensión y sin motivación, con escasos recursos.

Por encima, el Mirandés aumentó la ventaja. En la recta final del primer acto logró el segundo tanto al rematar Haritz un pase de Randy. El Compos parecía entregado, aunque Iván intentó acortar distancias antes del descanso.

Con más ganas

En la segunda parte, el Compos salió con más ganas, aunque sin ideas y con muchas carencias físicas. Aprovechó que el Mirandés se cerró atrás y renunció al ataque. Al cumplirse el primer cuarto de hora del segundo acto, el equipo santiagués acortó distancias al transformar Iván un penalti.

Fueron los mejores momentos del once local, que pudo lograr el empate en una acción de Tiko, que fue invalidada por el auxiliar al señalar un fuera de juego muy dudoso cuando el atacante blanquiazul ya había batido al meta Íker.

En la recta final el Compos arriesgó más, buscando desesperadamente la igualada. Lo hizo con más corazón que cabeza, y con pocas energías. Los de Fabiano, casi sin gasolina, presionaron al rival, que defendió sin grandes complicaciones el acoso blanquiazul. El Compos mereció las tablas, pero el Mirandés incluso estuvo cerca de marcar el tercero. El cancerbero Alberto lo evitó con una buena intervención tras un disparo de Haritz.