Los racinguistas, ya sin posibilidades de salvación, fueron incapaces de vencer al Mirandés
03 may 2010 . Actualizado a las 14:51 h.El Racing de Ferrol, dieciocho temporadas después del último ascenso a la Segunda B, desciende a la Tercera División. Los ferrolanos, en el año más negro desde la llegada de Isidro Silveira a la presidencia del club, no han podido evitar lo que desde hace tiempo era una muerte anunciada. El equipo, dirigido a comienzos de la temporada por los hermanos Juan y José Veiga, cesados en la decimotercera jornada, no funcionó desde el primer momento. La llegada de Luisito y posteriormente los refuerzos invernales tampoco ayudaron a solucionar la situación. Los racinguistas han confiado en el milagro hasta el último momento, pero como los malos estudiantes, que dejan todo para el final, cateó.
Los racinguistas vuelven a la cuarta categoría del fútbol español tras estar 18 temporadas de forma consecutiva entre la Segunda (6 años) y la Segunda B. El último descenso de los Racinguistas a Tercera fue en la temporada 89/90, los ferrolanos estuvieron dos años en Tercera hasta que en la segunda campaña, en la 91/92, Fernando Vázquez volvió a llevar a los racinguistas a la Segunda B.
Para el Racing comienza hoy una nueva etapa, en la que los ferrolanos comenzarán a planificar su nueva etapa en la Tercera División, ya que en la última jornada de liga, el partido frente al Palencia en A Malata, el equipo ya no se jugará nada. El primer paso será decidir la continuidad o la marcha de Luisito en el banquillo racinguista y posteriormente comenzar a trabajar para formar un equipo conforme al presupuesto de la próxima campaña, que se baraja que no será muy superior al medio millón de euros.
El partido de ayer frente al Mirandés en Anduva no tuvo mucha historia. En el descanso del partido los racinguistas conocían el empate del Guijuelo frente a la Ponferradina en El Toralín. Este resultado, condenaba a los racinguistas a jugar la próxima campaña en la Tercera División. Por unos momentos apareció una luz de esperanza, ya que se hablaba de un hipotético empate a 42 puntos entre el Guijuelo, Sestao y Racing, aunque tras revisar la reglamentación el golaveraje desfavorable con el Guijuelo tampoco valía para mantener vivos a los ferrolanos. El descenso era un hecho.
Pese a todo, el equipo racinguista se dejó la piel en el campo por tratar de conseguir una victoria frente al Mirandés, incluso la mereció pero no pudo ser. El equipo lo intentó por las bandas aunque con escaso acierto. La ocasión más clara fue un remate de Garrido, a los 30 minutos, que el portero desvió y el balón se fue al palo y salió a córner. También Marcos Remeseiro tuvo otra buena aunque cruzó mucho el balón.
El Racing, obligado a ganar, jugó la última media hora de partido con tres jugadores juveniles, que fueron lo mejor del partido.