Pocas veces se le va a poner tan de cara un partido al Lobelle. En siete minutos había llegado otras tantas veces a la portería de Jesús y ya tenía cuatro goles a su favor. A ello se le unió la inspiración de Mendiola y el marcador no volvió a moverse antes del descanso, a pesar de que hubo oportunidades en los dos lados.
El primer tanto llegó en apenas quince segundos. El Lobelle ganó metros sin aparente peligro, Luis tocó hacia la banda y David cruzó. El segundo llegó al contragolpe, el tercero tras un robó de Alemao y el cuarto en un rechace cazado por Eka. Fue un chaparrón que ahogó al Guadalajara, salvo en una acción de Charlie bien contrarrestada por Mendiola. El conjunto visitante replegó mal y el colectivo de Tomás de Dios supo buscarle la espalda.
Relajación
Con todo tan a favor, el Lobelle fue perdiendo la concentración ante un rival que siempre buscó el gol con un espíritu admirable. Si no marcó fue por la falta de puntería, unas veces, porque Mendiola ofreció un recital o porque le faltaron un par de centímetros para llegar al último pase. El conjunto alcarreño no consiguió ver puerta ni siquiera desde los diez metros. Pedraza envió un balón al palo y en el otro lanzamiento se encontró con el portero.
A la suerte de los dobles penaltis se llegó porque el Lobelle cometió uno de los pocos pecados de esta temporada, el abuso de las faltas innecesarias. En otro contexto pudo haberle costado muy caro. Y otra lección de la que habrá tomado buena nota el equipo es que la falta de concentración, acompañada de pérdidas de balón fácilmente evitables, puede ser muy dañina.
En cualquier caso, el Lobelle encaró la segunda mitad en un escenario muy favorable y ante un adversario que salió a quemar sus naves con Marcelinho como portero jugador desde el principio. Pudo acortar distancias el Guadalajara en la primera aproximación, pero volvió a aparecer Mendiola. En un par de minutos llegaron otros dos goles locales y Andreu Plaza decidió no asumir más riesgos.
Desde ahí hasta el final hubo muchas idas y venidas, y siguió el festival de goles. Eka, que ya sabe que no continuará la próxima campaña, anotó cinco y se llevó el aplauso más cariñoso de la afición.
Ahora espera el Barça en cuartos de final. El primer partido será el próximo fin de semana en el Palau Blaugrana, en día y hora por determinar.