Nunca antes un sistema de competición fue tan injusto. La selección gallega femenina de rugbi terminó en la quinta posición del campeonato de España celebrado este fin de semana en A Coruña a pesar de que ganó con una superioridad abrumadora tres de los cuatro partidos que disputó en el torneo y terminó con un balance de 88-10. Solo perdió el primero contra Cataluña (5-10), y Castilla León (dos veces) y Valencia no pudieron siquiera hacer punto alguno contra las gallegas.
Pero el sistema de competición, que encuadró a Galicia en un grupo B que se jugaba mediante eliminatoria (Madrid-Castilla León, una de ellas; Galicia-Cataluña, la otra) en lugar de hacerlo en el grupo A, desarrollado mediante liguilla (y formado por el País Vasco, Valencia y Andalucía). La suerte deparó para las anfitrionas una primera eliminatoria a un partido contra una de las selecciones de mayor potencial y en la que prácticamente se decidían todas sus opciones de título. Las selecciones del grupo A, al menos, tendrían una opción al error. Galicia, no.
Así las cosas, la derrota inicial ante las catalanas obligaba a las gallegas a optar, como mucho, a la quinta plaza, que obtuvieron ayer tras vencer claramente a Valencia (24-0) y Castilla León (19-0).
El País Vasco se llevó el campeonato de España al vencer en la final a Madrid (10-15) y Cataluña acabó en la tercera posición después de imponerse a Andalucía (27-7). Castilla León y Valencia fueron las dos últimas clasificadas.