«Estoy amargadísimo por no seguir en la Liga de Campeones». El chileno Manuel Pellegrini tuvo que dar la cara ayer para ejercer como portavoz del madridismo, apesadumbrado por tener que pensar solo en la final ante el Sporting el mismo día en el que los grandes equipos europeos estaban pendientes del sorteo de cuartos de final de la máxima competición continental. Una ausencia en esa ronda, la sexta consecutiva, que los blancos entienden puede venir bien para el torneo doméstico por aquello del menor desgaste que el Barça.
De todos modos, el cuestionado técnico aseguró estar «tranquilo», «contento» de las prestaciones de su equipo. Criticó a los que por «ignorancia» aseguran que el Madrid juega sin bandas, elogió a sus pupilos al afirmar que forman un equipo «gustador» y, puestos a individualizar, ensalzó la «profesionalidad» y «capacidad goleadora» de Higuaín.