Lotina cambia el dibujo para que, en ataque, Guardado tenga más recorrido. Cuando toque defender, Juan Rodríguez se unirá a la línea de tres del mediocampo
13 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La referencia es el mejor partido de la pasada temporada, aquel en el que el Deportivo, con un fútbol vertical y exquisito, trituró al Villarreal (3-0) con dos tantos de Lafita y uno de Riki.
Ese día, el equipo jugó con el dibujo que presentará hoy en Sevilla, el 4-3-2-1, o 4-3-3, como prefiere numerarlo Lotina. Se diferencia del habitual 4-2-2-1-1 en que en el mediocampo, además de los dos pivotes habituales, estará Guardado, tirado a la banda izquierda. Por delante de este trío actuarán Juan Rodríguez y Lassad, pero no por bandas, sino más bien por dentro. Arriba, como es habitual, un delantero, en este caso rematando la punta de un dibujo con forma de pirámide, con la defensa de cuatro como base.
El técnico deportivista precisó ayer que no ha decidido variar el dibujo en función del rival: «El cambio de sistema no obedece a que jugamos contra el Sevilla. Simplemente, a que procuramos que el equipo juegue mejor al fútbol, porque si juega bien se marcan goles». No ha tenido fútbol el Dépor en los últimos partidos. Con la lesión de Filipe ha perdido juego exterior y con la de Sergio, interior.
El vértice de la pirámide, Adrián, da el el visto bueno al cambio de esquema: «Con esa forma de jugar vamos a tener más gente arriba, más llegada y más profundidad. Para los que estamos arriba, cuanto más gente haya por esa zona, mejor». Espera que le lleguen más balones y poder romper así su travesía del desierto goleadora, pues no marca con su equipo desde que el 5 de diciembre se coló entre los centrales del Barça para cabecear un balón.
Guardado, con más espacio
El secreto de la pirámide blanquiazul es Guardado. El mexicano está como un tiro. Aún mareado, decidió el partido del pasado sábado, y ayer se hinchó a repartir centros de gol en el partidillo que se disputó en Abegondo. «Con el sistema habitual, Andrés se sitúa más pegado a la banda y más arriba, por lo que recibe el balón habitualmente de espaldas. Si está un poco más atrás y más centrado en el mediocampo, recibe un poco más de frente y con mucho más campo por delante, con más espacio»», explica Ribera. Curiosamente, al interesado, al gran beneficiado, le da igual un sistema que el otro: «Yo me siento cómodo en cualquier sitio. Vengo jugando desde hace dos años y algo en un sistema con dos líneas de cuatro y creo que lo he estado haciendo bastante bien. Si cambia al 4-3-3 me sentiría cómodo igual. De hecho, hemos jugado así algunas veces esta temporada y es un esquema en el que estuve a gusto», afirma el mexicano.
A los profanos les sorprenderá que frente a un equipo con bandas tan poderosas como las que tiene el Sevilla (Navas y Perotti), el Dépor prime el centro. Pero tiene su explicación. Ese 4-3-2-1 se formará solo a la hora de atacar: «Al tener el rival poca gente por dentro el equipo va a tener superioridad en esa zona cuando tenga el balón», detalla Ribera, el segundo de Lotina.
Cuando toque defender y presionar, Juan Rodríguez se incrustará en el mediocampo, en la posición de Juan Domínguez, y este se desplazará a la derecha, formando así un 4-4-1-1. Así se ensayó ayer en Abegondo. Además, en el repliegue, Antonio Tomás actuará casi como un defensa adelantado. «Tengo que intentar sacar el balón y ayudar en defensa, como siempre», si bien admite que esta vez estará «más cerca de los centrales» en determinados momentos.
Esta temporada, el Dépor presentó de inicio este dibujo frente al Atlético de Madrid en Riazor (2-1); en Santander, donde también ganó (0-1); en Almería, encuentro que iba perdiendo y empató (1-1) tras pasar a jugar con el sistema habitual; y frente al Barça en casa (1-3).