El mejor Madrid no basta frente al Barça

DEPORTES

Un Puyol espectacular evitó tres ocasiones clarísimas de los blancos que jugaron media hora contra diez

30 nov 2009 . Actualizado a las 16:12 h.

Veinticinco millones de euros para redescubrir a Puyol. En el partido de las estrellas brilló un invitado inesperado. Desterrado habitualmente al banquillo en Liga para hacer sitio a Chygrynskiy, único capricho de Guardiola hasta la fecha, el capitán del Barça sostuvo a su equipo frente a los arreones del mejor Madrid de la temporada. Por momentos, el mejor del último lustro. El central apareció tres veces para negar a Marcelo, Higuaín y Benzemá la posibilidad de fusilar a Valdés, que respondió inmenso en la única ocasión en la que el melenudo no llegó a tiempo. Fue una parada espectacular a un disparo a tres metros de Cristiano Ronaldo, protagonista en la mayoría de las jugadas blancas hasta que Pellegrini lo envió al banquillo para sorpresa general.

Jugaba entonces el Barcelona con diez, después de que Busquets cortase con la mano una de las muchas salidas en tromba de los visitantes, que exhibieron un estado físico espectacular, sin dejar de presionar ni un solo momento. Un empuje que descolocó a los de casa, dominados durante la primera media hora y en varios tramos del encuentro por un rival que calcó sus planteamientos, remató mucho más (8-15) y defendió a gran nivel. En el ataque culé bailaban constantemente las posiciones de Messi, Iniesta y Henry, a los que Xavi abastecía de balones. En el merengue, eran Higuaín, Cristiano y un inspirado Marcelo los que cambiaban sus bandas y se arrimaban al centro del ataque, bien escoltados por Kaká.

Pellegrini y Guardiola decidieron sentar a Benzemá e Ibrahimovic, presumibles arietes, para apostar por la movilidad en punta. En el caso del Madrid, el gran estado de forma de Higuaín y Marcelo desterró al delantero francés, en estado de hibernación desde su llegada. En el del Barça, la decisión de reservar al sueco no obedeció tanto al estado de forma de su sustituto -Henry está un punto por debajo de sus compañeros- como a la presumible falta de ritmo del sueco, recién salido de una lesión.

Messi entre los titulares

Ese mismo motivo podría haber llevado a Guardiola a reservar a Messi, pero optó por ponerlo en el campo desde el principio y el argentino respondió creando casi todo el peligro de su equipo, mientras Xavi dosificaba sus apariciones, bien tapado por Lass y Xabi Alonso. La Pulga se cobró la primera amarilla de un partido tenso a cuenta de Arbeloa, que cerró muy bien la banda izquierda, algo de lo que no pudo presumir Abidal en el bando contrario.

Sin ejercer la abrumadora superioridad de encuentros como el del Inter, lo cierto es que el Barcelona tuvo más el balón (acabó con un 57% de posesión), pero lo movió a muchos metros del área de Casillas, mientras el Madrid acumuló ocasiones falladas en contras fugaces. En un encuentro eléctrico, de ataques rápidos, la falta de velocidad y cintura de Chygrynskiy habría sido una mina para los blancos, pero en su lugar, Guardiola alistó a Puyol, que ofreció una lección de entrega y llegadas al corte. Bien escoltado por Piqué, el capitán hizo su segunda aparición estelar a los pies de Higuaín, segundos antes de que Ibrahimovic, recién llegado para suplir a Henry, enganchara de primeras un gran centro de Alves para marcar.

Con el gol, el Barcelona se ganó cinco minutos de calma, el margen que dio Busquets antes de buscarse la segunda amarilla. Pero la inferioridad la compensó Pellegrini con una decisión que dará que hablar: reemplazó a un Cristiano desequilibrante, entregado y fallón por el Benzemá de cada día. El francés marró dos ocasiones clarísimas para dilapidar las últimas esperanzas de apear del liderato al Barça, que aún pudo doblar su ventaja en un mano a mano de Messi al que San Casillas dijo no.