La remontada imposible del Dépor

DEPORTES

Los locales erraron un sinfín de ocasiones para vapulear a su rival, pero solo ganaron en el último minuto

22 nov 2009 . Actualizado a las 02:19 h.

Un penalti en el último segundo dio al Dépor tres puntos imposibles. Casi tirándose de los pelos por su desesperante falta de acierto, intentó una última acción. Con Lopo de palomero en el área rival en busca de un centro llegó una jugada de Pablo Álvarez, que salvó un fuera de banda y envió el balón para que su compañero, más vivo, se adelantase a Pablo y cayese en el área. Esta vez el árbitro, que en la primera parte amonestó a Riki por una polémica acción en el área entre el delantero y Asenjo, señaló el punto fatídico.

El Dépor se rebeló contra su destino cuando el Atlético, al que un punto le sabía a gloria, al menos se había vuelto a acercar al área de Aranzubia gracias a una salva de disparos lejanos. Solo tras el penalti que Guardado transformó en el 2-1 final los visitantes sacaron el genio que les faltó en el resto del partido, incapaces de sacudirse los defectos que los mantienen a los puestos de descenso. Los coruñeses, por contra, siguen instalados en su fenomenal línea de resultados y Europa comienza a dejar de ser una quimera y una casualidad para transformarse en el mejor de los horizontes.

Lotina había asegurado que iba a haber pocos cambios respecto al triunfo de Getafe, y lo cierto es que en cuanto a nombres solo hubo uno: Lassad por Sergio, pero la novedad provocó un desbarajuste considerable en el esquema. Del archiconocido 4-2-3-1 se pasó a un ambiciosísimo 4-3-3 con Guardado haciendo kilómetros y kilómetros en defensa y ataque, mientras Mista, volcado a la derecha, dejaba la banda a Manuel Pablo o hasta a Juan Rodríguez. Pero ni con tres delanteros el equipo ganaba claridad ante la meta rival.

Bien es cierto que el gol lo atolondró un rato. El que nunca falla, Lopo, se permitió una frivolidad ante Agüero. En el pico izquierdo del área local quiso regatearlo pasándose el balón por detrás, pero el yerno de Maradona lo vio, le robó el balón, corrió hasta la línea de área pequeña y cruzó ante Aranzubia. Así se las ponían a Felipe II. Era el minuto 3.

Pero el Atlético dio un paso atrás y los deportivistas se reengancharon al partido después de sacar punta a su especialidad, las acciones a balón parado. Bastaron un córner y un par de faltas lanzadas por el dúo Guardado-Antonio Tomás para devolver el empate al marcador. El cántabro sacó un córner desde la izquierda del ataque, Juan Rodríguez peinó en boca de gol y Colotto, como siempre solo en el segundo palo, cabeceó a la red.

El equipo coruñés se transformó entonces en un huracán. Abrió un abismo en la línea del centro del campo y sitió a un Atlético paupérrimo. Si el Dépor no acabó de dar la vuelta al marcador fue porque el problema de sus delanteros no es la cantidad, sino la puntería. Colotto remató a las manos de Asenjo una nueva acción de estrategia y Pablo salvó bajo palos el cándido remate de Lassad después que Assunção le regalase el balón en el área pequeña.

Polémica arbitral

El colegiado encrespó los ánimos de la grada al pitar primero un claro penalti sobre Mista y luego echarse atrás en sus decisiones tras darse cuenta de que su asistente había señalado fuera de juego del deportivista. En lo que no cayó Paradas Romero fue en que el balón que llegó a pies del ex atlético venía de un rival, Assunção.

El paso de los minutos convirtió el choque en un intercambio de golpes. Lopo y Colotto se molestaron cuando estaban solos en el segundo palo y echaron la pelota fuera. Estuvieron a punto de llevarse el premio a la ocasión pifiada, pero poco después Pablo Álvarez remató alto solo ante Asenjo un balón franco al área. Pero con el buen sabor de boca final se olvida todo.