El equipo de Roberto Aguirre se quedó sin recursos ofensivos ante el orden defensivo de los sestaotarras
26 oct 2009 . Actualizado a las 18:40 h.Ritmo endemoniado del Sestao River en los primeros compases del encuentro en Pasarón. El conjunto vasco entró en el partido con más intensidad que el Pontevedra y eso le costó a los granates ir a rebufo gran parte del partido. Y eso que el conjunto sestaotarras dio evidentes muestras de lo que venía a que hacer en Pasarón: continuar la remontada hacia la zona media de la tabla tras muchas jornadas en posiciones de descenso.
Para tratar de combatir el juego de su rival, Roberto Aguirre prescindió de Vázquez en el centro de la defensa y colocó a Sergio Castaño en medio campo cubriendo la baja del sancionado Pepe Aicart. Pero no le dio resultado. A los 15 minutos los pupilos de Alfonso del Barrio ya se había pertrechado defensivamente e incluso conseguían llegar al área local con más profundidad con el guardameta Orlando Quintana dando muestras de inseguridad. El meta canario falló en dos despejes y en el tercero un disparo de Paredes salió rozando el poste derecho de su portería.
Esa dinámica a la que se anticipó el Sestao no le gustó a Aguirre y a los 21 minutos mandó calentar a Iván Carril. Con el paso de los minutos la presión defensiva de los vascos fue remitiendo y el Pontevedra, capitaneado por Charles, irrumpió con fuerza en el área defendida por Álvaro, creando la mejor ocasión en el minuto 21 en un córner botado por Nevado y que remató el brasileño.
Gran ocasión de Espadas
Faltaba saber si el segundo gol de Iban Espadas en Bilbao le había servido para reconciliarse con su afición tras su larga sequía en el estadio de O Burgo. Y lo tuvo en la mano a la media hora en un balón suelto que consiguió controlar en el área pero su disparo, flojo y sin colocación, lo recuperó el meta verdinegro.
El planteamiento del técnico local no dio resultado. Especialmente en la primera parte. Daba la impresión de que Alfonso del Barrio había reunido más información del rival.
La falta de gol le pasó factura a Iban Espadas, quien dejó su puesto a Iván Carril tras el descanso buscando más profundidad para un equipo que consumía minutos sin que se moviese el marcador. El delantero gallego se movió por la banda izquierda y por la derecha buscando espacios pero el partido seguía siendo un calco de al de la primera parte hasta que Charles se encontró con un balón en la frontal que se cobró el meta vizcaíno en una de las mejores ocasiones de gol.
Mediada la segunda parte el guión seguía siendo el mismo. El único movimiento de Aguirre fue la incorporación de Iván Carril en la segunda parte. Veinticinco minutos después el partido mantenía el mismo guión. Sin riesgos y dando facilidades a los sestaotarras con la intención de llevarse al menos un punto del estadio granate.
Solo Nevado conseguía cambiar un poco el ritmo de juego, con balones en profundidad. También Víctor Bravo intentaba finalizar las llegadas del equipo junto con Charles, pero el brasileño acuñaba una segunda parte muy pobre en ataque.
La última alternativa a la que recurrió el preparador asturiano fue dar entrada al argentino Matías para cambiar el sistema de juego, con la aportación de un delantero que llegó a Pasarón con la vitola de dominador del juego ofensivo. Pero no tuvo tiempo. El Pontevedra buscaba una victoria con la que encadenar tres victorias, además antes rivales vascos, pero al final se encontró con un Sestao que que se lo jugó todo al empate.
Tampoco Alfonso del Barrio tuvo valentía para intentar algo distinto con lo que romper el sistema de contención. Nunca ocultaron que sus intenciones era llevarse un punto con el que continuar la remontada en la tabla clasificatoria.
En los últimos minutos del encuentro quedó patente que el técnico de los verdinegros no quería asumir ningún riesgo fue su decisión de retirar del terreno de juego a Etxabe, el máximo goleador del equipo que había marcado dos goles en las tres últimas jornadas.
Para los granates, el empate le supo a poco y careció de recursos para ganar el partido.