Los locales aguantaron mientras duró el atasco por el centro y luego se rindieron a un Villa en estado de gracia
10 jun 2009 . Actualizado a las 11:58 h.Ya que el partido era amistoso y enfrente jugaban unos amiguetes, el árbitro debió haber permitido a Arbeloa salir con un tocado de luces sobre la cabeza. Así sus compañeros no habrían tardado 34 minutos en verle y España se habría adelantado antes en el marcador. Como el lateral del Liverpool es un tipo discreto, sus constantes subidas por la banda derecha en la primera parte pasaron casi desapercibidas y los de Del Bosque provocaron un formidable barullo en la media luna del área rival. Hacía allí tendían Cazorla, Cesc, Villa, Torres, Xabi Alonso y hasta Riera, a los que se sumaban nueve jugadores de Azerbaiyán.
Entre tantas piernas sacó Villa su primer remate, a los 12 minutos, y el balón acabó en el palo. La réplica la dio Akhtyamov, el liberado de los locales, que permitió a Casillas estirarse en un lejanísimo saque de falta. El zurdo de nombre complejo ya había sido el primero de los suyos en pasar del medio campo, con tanta excitación que chutó desde cuarenta metros directo al banderín de córner.
Mientras él amenazaba la portería visitante, sus compañeros seguían con la vista las triangulaciones españolas. Apenas entorpecían el camino hacia los 32 encuentros sin derrota de la roja; un registro a completar ante Nueva Zelanda, Irak y Sudáfrica para igualar el récord de 35 que ostenta Brasil. Cuatro selecciones de bajo nivel para medir el poderío de un equipo en racha. Tan lanzado como Villa, autor ayer de un triplete con el que volvió a destaparse como la referencia ofensiva entre los de Del Bosque. Todo lo contrario que Torres, empeñado en ofrecer su cara gris cada vez que juega con España.
Centro de Arbeloa
El primero del Guaje llegó en cuanto Cazorla giró la cabeza. En lugar de seguir el camino hacia el embudo de la frontal, el del Villarreal atisbó a Arbeloa, que ya no se cortaba en alzar la mano para pedir que le dieran bola. El lateral tocó la línea de fondo y la puso atrás para que el 7 la mandara a la red.
El delantero del Valencia tripitió antes del descanso. Para el segundo contó con la ayuda del portero local, que se tragó el zurdazo por el centro con el que el ariete culminó una serie de caracoleos. El hard trick llegó en el 45 desde el punto de penalti, tras una falta que dejó una brecha en la cabeza de Cesc, sustituido de inmediato.
Villa, Casillas y Capdevila tampoco salieron en la segunda parte, con lo que Cazorla ganó aún más libertad para escoltar a Torres en la punta de ataque. El extremo demostró ayer estar recuperado de la lesión que le hizo perderse el último tramo de Liga y multiplicó sus apariciones hasta que Güiza entró en su lugar. Para entonces Riera ya había hecho el cuarto, aprovechando los espacios y su potente chut de zurda en una contra.
El delantero del Besiktas solo llevaba dos minutos sobre el césped cuando España volvió a acordarse del juego por las bandas. Esta vez fue Sergio Ramos el que apuró el campo y se la puso al pie al jerezano, que marcó el quinto. Ante la completa dimisión de los azerbaiyanos -con el beneplácito de la grada que acudía a ver fútbol sin importar quien lo pusiera-, hasta Torres se apuntó su golito en un mano a mano a poco del final.
La última fue para Akhtyamov, que rozó el palo de Reina con un disparo raso. La persistencia del rubio habría merecido premio, pero tampoco era cuestión de hacerse daño en un asunto entre amigos.