La pasada semana el Azkar anunció que cuatro de sus actuales jugadores no continuarían en el club la próxima temporada. Se trataba de Cassio, Werner, Orol y David. Este último cerró un curso, el primero y único con los de Lugo, marcado por la mala suerte en forma de lesiones. Le deja un sabor agridulce, y no oculta que le hubiera gustado desquitarse con uno más. «No salió como yo quería», admite.
La temporada de David ha seguido una trayectoria paralela a la del equipo. «Un año bastante irregular, con bastantes problemas. Bruno [García] apenas ha podido contar con los doce jugadores», resume el ala ferrolano. Y él tuvo la desgracia de lesionarse cuando la pretemporada tocaba a su fin, y los problemas físicos sólo dejaron de acompañarlo en el último tramo.
Participó poco, pero no cree que haya sido la causa de que el club haya optado por prescindir de sus servicios. Lo achaca a otros motivos: «Soy un jugador de 32 años, y ya se me conocía. Además, este es un club que cree mucho en la base, y va a apostar por gente de futuro, aunque venga de fuera».
Pese a todos los problemas que le han acompañado, David se siente satisfecho con el esfuerzo realizado, que le permitió mejorar y poder convertirse en uno más, en igualdad de condiciones que sus compañeros, en el tramo final. «El último mes y medio fue bueno y pude participar a mi mejor nivel», señala. Aunque, como a los demás, le queda la espina de meterse en el play off, algo que era suyo hasta que quedaban siete segundos para el fin del partido contra el Playas. Faltó ese premio final.
Futuro
La intención de David, licenciado en INEF y con el título de entrenador, es seguir en las canchas como jugador. «Quiero continuar, tengo que escuchar todo», dice, reconociendo que no se centra sólo en División de Honor, sino que escuchará todo lo que le llegue, incluido División de Plata. «Soy profesional, y si es fuera de Galicia, se va», asiente.
Admite David que la crisis económica se ha cebado especialmente con el fútbol sala, por lo que augura un futuro de austeridad. «Hay que plantearse bajar los salarios, porque si no es insostenible», afirma.