Ciudad y Dépor B aburren en San Lázaro y se reparten los puntos

X. R.

SANTIAGO CIUDAD

Capi, en propia meta, y Maikel fueron los goleadores de un partido sin mucha historia

27 abr 2009 . Actualizado a las 17:54 h.

Ciudad y Dépor B igualaron en el estadio de San Lázaro: 1-1. Fue un partido de escasa calidad y con muy pocas ocasiones. Este punto de poco le sirve al filial coruñés, más cerca de Tercera División.

Ciudad y Dépor B disputaron un partido sin mucha tensión, aburrido y con escasas ocasiones de gol. El once santiagués, con los deberes hechos desde hace varias semanas, jugó sin velocidad y con poca precisión en sus acciones. Compitió demasiado relajado y sin tensión. El cuadro herculino, que afrontó el derbi con pocas posibilidades de lograr la permamencia, tampoco puso muchas ganas en la faena.

Los minutos iniciales del encuentro fueron para el Dépor B, que tuvo una mayor posesión de balón, pero sin profundidad y sin asumir riesgos defensivos. Los coruñeses apenas inquietaron la portería defendidad por Mackay. A medida que avanzaron los minutos, el Ciudad recompuso sus líneas y ya no permitió tanto dominio de los visitantes.

Al cumplirse el primer cuarto de hora el Dépor B estuvo a punto de deshacer la igualada, pero Mackay detuvo el cabezazo de Chirri. Otro cuarto de hora huvo que esperar para que se viese otra ocasión. Jesús Sánchez se fue un par de veces de su marcador con hábiles recortes. Ya en la línea de fondo envió el esférico al centro del área, pero Rafa remató mal.

En la primera parte se vio poco fútbol. Ni Ciudad ni Dépor B ofrecieron gran calidad. Tampoco se registraron ocasiones claras. Cuando ya todos daban por bueno el empate antes del descanso, el equipo visitante deshizo la igualada. Lo consiguió en una jugada sin aparente peligro, en un balón largo desde el medio del campo. Capi y Aridane saltaron por un balón y el defensa central, en su intento de despeje, sorprendió con una vaselina al meta Mackay.

Primer gol

El Deportivo B se adelantó con uno de los goles llamados psicológicos, pero el Ciudad respondió con otro que todavía hizo más daño. Nada más sacar de centro, Raúl García puso a prueba los reflejos del meta Manu, que realizó una gran parada. Acto seguido, Maikel, a centro de Franqueira, igualó la contienda, cuando no se había cumplido el primer minuto del segundo período.

Este tanto descentró un poco más a los jóvenes jugadores del filial, que durante algunos minutos estuvieron perdidos. Por contra, el Ciudad ofreció su mejor fútbol a lo largo del primer cuarto de hora del segundo acto.

Pocas diferencias

El segundo período empezó mejor, al menos inicialmente parecía observarse otro espectáculo en el tapete de San Lázaro. Pero fue un simple espejismo. Los dos protagonistas volvieron a levantar el pie del acelerador. Regresaron de nuevo al tedio del primer tiempo.

Ni Ciudad ni Dépor B mejoraron con los cambios realizados por Luisito y Tito Ramallo. El entrenador local sacó efectivos del centro del campo para reforzar el ataque, del que a última hora se cayó Marcos Suárez por enfermedad.

El Dépor B trató mejor el balón, con más criterio, pero sin velocidad. El Ciudad jugó muy relajado, sin temer nunca por el resultado, pues en ataque el filial fue casi nulo. Quien más se jugaba en el envite era el cuadro coruñés, pero ni siquiera así se vio intensidad en sus acciones.

El segundo tiempo fue tan malo como el primero. Ni Ciudad ni Dépor B buscaron con decisión la portería rival. Parecían conformarse desde el principio con las tablas. Desde la grada siempre dio la impresión de que a ambos les valía el empate.

Sin reacción

Tampoco reaccionó el filial en la recta final. Viendo que se consumían los minutos y percatándose de que se les iba la vida, los coruñeses tampoco cambiaron de velocidad. Lo mejor de todo fue cuando el colegiado señaló el final del derbi. Es lo único que deseaban ya los pocos aficionados que acudieron a San Lázaro, aburridos del pobre espectáculo.