Ocurrió lo previsible. El Barcelona logró anoche una contundente victoria frente al Pilotes Posada por 40-28 en un encuentro en el que la ofensiva azulgrana ha superado claramente a una débil y descolocada defensa gallega.
Lo cierto es que el equipo de Xavi Pascual siguió refrendando la mejora de su juego, especialmente en hombres como Iker Romero y Demetrio Lozano, que ya mostró en la Copa del Rey. Los vigueses, superados claramente desde el inicio del encuentro (8-2, min 11), se limitaron a capear el temporal.
El técnico visitante, Quique Domínguez, intentó frenar el ataque catalán con una defensa cinco-uno de salida con Rubén Montávez como avanzado, pero después de un tiempo muerto (13-6, min 16) cambió al meta Javi Díaz por Ramón Ballesteros y la defensa pasó a mixta sobre el extremo azulgrana Víctor Tomás.
Inicialmente este sistema frenó al Barcelona en ataque y las buenas acciones de Cerillo por el ala izquierda de la defensa azulgrana recortaban diferencias (16-12, min 22). Los de Xavi Pascual despertaban en defensa, con Kasper Hivdt acertado en la portería, y la reacción en ataque, con Iker Romero como punta de lanza, acababa con las resistencia viguesa al descanso (21-12).
Los de Xavi Pascual querían dejar el encuentro visto para sentencia por la vía rápida y Jesper Noddesbo y Albert Rocas tomaban el relevo de Romero y Hansen para llegarse a la máxima ventaja local de todo el partido (28-15, min 38).
El encuentro entró después en una fase de intercambio de goles y solo la buena actuación de Javi Díaz -que retornó al comienzo de la segunda mitad y realizó ocho paradas-, junto acciones aisladas de Prce y de Cerillo, con ocho tantos, su mejor hombre, evitaron una derrota más contundente. El miércoles toca otro gordo, el Ciudad Real.