Sabat sentenció a un Rosalía que peleó hasta el último segundo con un triple marrado por Taylor
SANTIAGO
La igualdad fue la nota predominante del inicio del partido, una igualdad que se basaba en lo fallones que estaban los dos conjuntos en los primeros compases del choque. Transcurridos cinco minutos desde el salto inicial el marcador reflejaba un paupérrimo 4-4. Obviamente, las defensas se estaban imponiendo a los ataques y, sobre todo el Vic, erraba canastas teóricamente fáciles desde debajo del aro. Pero la intimidación de los de César Iglesias en la pintura funcionaba y eso hacía que el conjunto gallego se mantuviera cómodo en el partido.
Cómodo pero sin ver aro, eso sí, porque al Beirasar también se le atragantaba una defensa local que no les permitía posiciones cómodas de tiro. Mediado el primer cuarto el Vic tomó la iniciativa y se fue a por el partido, pero la reacción de Beirasar no se haría esperar e iba a llegar por mediación de sus dos bases. Primero de Vallmajó, que con cinco puntos aupó a los suyos en el marcador, y posteriormente de Taylor, que brillaría en el segundo acto para poner a su equipo por delante en el marcador. En este segundo cuarto Taylor se acabaría erigiendo como líder del Beirasar, anotando más de la mitad de los puntos de su equipo.
Fue precisamente después de un triple de Taylor cuando el Rosalía obtuvo su máxima ventaja (20-26, minuto 15), pero no se durmió en los laureles el Vic, que puntito a puntito, fue recortando distancias en el electrónico, en gran medida gracias al acierto de un juego interior, en el que brilló sobremanera Kiefer.
Ya con el partido en un puño y el 28-30 en el marcador pudo empatar el conjunto catalán el duelo, pero un triple del Beirasar volvió a abrir una pequeña brecha en el marcador. A renglón seguido, una canasta de Sabat dejaba finalmente las cosas en un 30-33 al descanso. El desacierto desde más allá de la línea de 6,25 (2/10) estaba condenando hasta el momento a un Vic, que probablemente había merecido algo más, pero los pupilos de César Iglesias habían sabido jugar sus bazas y comandaron el marcador al descanso.
Buen trabajo defensivo
Había dado un salto cualitativo la defensa del Rosalía con respecto a la de anteriores partidos, y ponía en aprietos al cuadro catalán en determinados momentos, sobre todo en la zona, donde las ayudas funcionaba y eso hacía que se le nublaran las ideas a un errático Vic.
Tras el paso por vestuarios la decoración del partido iba a cambiar por completo. Salió mucho más metido el conjunto catalán, que ahora veía canasta con más facilidad y seguía intenso en defensa. No pudo frenar el Beirasar el empuje de los locales. Empezó enchufado el cuadro catalán, anotando seis puntos consecutivos, pero Taylor, con un triple, igualaba el partido. El empate se mantuvo durante unos minutos, hasta que un parcial de 0-6 volvió a dar ventaja a Rosalía. Ahí García, técnico de los locales, paró el partido y su equipo reaccionó con un aplastante 7-0 que dio alas a los jugadores del Vic.
Acto seguido, cogieron ventaja los locales gracias a cinco puntos seguidos de Nocedal, que cerraron el cuarto en 56-49. En el último cuarto y con los pívots de Vic cargados, Montañana hizo daño dentro de la zona y los catalanes se fueron hasta los siete puntos de ventaja. El partido parecía controlado, pero Montañana de nuevo con un 2+1, un tiro libre de Nana Harding y una bandeja de Vallmajó pusieron el empate a 68 a falta de un minuto.
Ahí empezaron los nervios. Palacios perdió el balón, el Rosalía falló el siguiente ataque y el Vic dispuso de 40 segundos para atacar, pero Vallmajó cometió la quinta falta a 25 segundos para el final y dio toda la posesión a los locales. Sabat aguantó el balón hasta que quedaron dos segundos y con un tiro de media distancia puso el 70-68.
El tiempo muerto de César Iglesias no se hizo esperar y, tras el saque en campo contrario, Taylor, desde la esquina y con un triple, a punto estuvo de dar el triunfo a su equipo, pero esta vez salió cruz.