Ojeras y barba de varios días. Pese a la jornada de descanso del jueves, el aspecto de Piscu reflejaba ayer en Abegondo la dureza de una de sus noches más largas. La del día siguiente a su duelo con Due, el escurridizo extremo zurdo y bigoleador del Aalborg en la ida de la Copa de la UEFA, quien le amargó la noche. «Después del partido siempre le das vueltas, pero tengo que olvidarlo lo antes posible y trabajar para superar la eliminatoria», proclama a modo de revancha.
El defensa, central o incluso mediocentro en algún partido esporádico en las categorías de base del club, resultó mal parado en el lateral derecho, una posición inédita para él hasta esta temporada, cuando Lotina lo situó en sus preferencias por delante de Laure, el sustituto natural de Manuel Pablo. «El que tiene que decir si puedo jugar de lateral o no es el míster. Yo con tal de jugar ya estoy contento. Por mi parte, entrega y pelea no van a faltar», aseguró.
Lo cierto es que Piscu reconoce que el del miércoles fue su peor partido con el primer equipo -«aunque tampoco estuve bien contra el Brann», añade-, pero, matiza, «esto aún no ha terminado. Quedan noventa minutos para que todos terminemos con una sonrisa», explica.
En su opinión, al Dépor le pasó factura un exceso de confianza, pues «muchas veces en Europa juegas contra equipos en teoría inferiores. La Liga española es la más fuerte, pero también ellos tienen factores a su favor, como el frío o el apoyo de su afición», señaló.
El canterano, que acumula cinco partidos de Liga, podría recuperar mañana el puesto de central. Piscu y el argentino Colotto son las dos posibilidades que medita Lotina para suplir la baja de Zé Castro, quien se perderá el choque contra el Valencia por acumulación de amonestaciones. El próximo jueves será Lopo quien no se podrá enfrentar al Aalborg en Riazor por este mismo motivo.