El Celta B impidió que el Pontevedra empezase a sumar de tres en tres

Tino Rascado

PONTEVEDRA

09 feb 2009 . Actualizado a las 11:16 h.

Con Pasarón convertido en un patatal, Pontevedra y Celta B protagonizaron un derbi menor en el regreso de José Aurelio Gay al estadio de O Burgo que acabó con empate a un gol. El técnico granate otorgó a Turiel los galones de capitán, dejó fuera de la convocatoria a los dos últimos fichajes, Nené y Marcos Renan, y dio entrada en el once inicial a Nicolás Dul para que canalizase el juego ofensivo del equipo.

Ante las adversidades, tanto Gay como Menéndez dejaron que sus equipos buscasen el camino a la portería rival de la forma menos ortodoxa posible, pero la única efectiva: el patadón y tente tieso.

Incluso ambos llegaron a crear una especie de estación intermedia desde la que poder lanzar los ataques. El Pontevedra dispuso de un par de ocasiones muy buenas en los pies de Jonay y otra en la cabeza de Yago, pero la falta de puntería volvió a dejarse notar en el ataque local.

Penalti de Pelegrina

El filial celeste, por su parte, se encontró al filo del descanso con un penalti que señaló el colegiado en el área del Pontevedra. Fue una entrada del central granate Pelegrina que pareció ser fuera del área. Salvo el árbitro nadie pareció percibir la falta e incluso el asistente, que estaba muy cerquita de la jugada, no levantó el banderín. No obstante, el trencilla gallego García Bastilleiro señaló la pena máxima y Oriol engañó totalmente a Mikel Saizar.

El gol celeste desencajó a un Pontevedra necesitado de sumar de tres en tres puntos para intentar la épica de alcanzar la fase de ascenso a Segunda B.

Con Oriol y Mateo en posiciones de vanguardia esperando los largos lanzamientos, los celestes se fueron haciendo fuertes hasta que Yuri logró la igualada en el minuto 62. Un par de minutos antes, Gay había dado entrada a Danilson y a Bermudo, con lo que dio la impresión de que los cambios habían dado resultado. Apretaron más y cercaron la portería defendida por Yoel, aunque a la contra trataron de hacer daño.

Para frenar la avalancha local, Alejandro Menéndez decidió también mover banquillo. Dio entrada a Iago Aspas en lugar de Mateo para tratar de dinamizar su castigado ataque.

Y vaya como cambió el partido. Los ataque comenzaron a ser más peligrosos y Yuri tuvo en sus botas la oportunidad para adelantar a su equipo en el marcador en un mano a mano con Yoel que acabó por tirarse en el área cuando tenía todo a su favor para marcar.

El Celta B se agazapó y dio muestras de que un punto era un buen resultado para llevarse a Vigo.

Danilson tuvo una buena oportunidad para aumentar también la ventaja. A renglón seguido, fue Charles, pero en su intento de remate de cabeza a ras de suelo besó el césped. El partido se fue diluyendo y el Pontevedra no consiguió el objetivo previsto: lograr los 31 puntos que como mínimo precisa para acceder a la fase de ascenso.