Definitivamente, el Fabril no consigue encontrar el antídoto al fútbol vasco. El Sestao River se llevó los tres puntos en un partido tosco y aburrido en el que los locales supieron sacar petróleo de sus escasas ocasiones de gol.
Los blanquiazules no merecieron el castigo sufrido ante un rival muy bregador que no dio un balón por perdido. El dominio visitante se puso de manifiesto desde los primeros compases. Iván Pérez sacó de sus botas un centro medido hacia Juanan y el central balear a punto estuvo de adelantar a su equipo en el marcador.
Lassad y Aridane volvieron a repetir por tercera semana consecutiva como pareja atacante. El ariete francés gozó de una gran ocasión con un certero testarazo que salvó de forma milagrosa Oier.
El Fabril no acertó con la meta del cuadro vasco y tras el descanso el Sestao se lo hizo pagar muy caro. No podía llegar de otro modo que de un saque de esquina. Muniozguren, el mejor en los locales, botó el córner que Basagoiti, incomprensiblemente libre de marca, aprovechó para batir a Alberto. Iván Carril tuvo el empate, pero cerca del final el propio Muniozguren le dio la puntilla al Fabril.