El equipo blanquiazul fue de menos a más ante un rival que se derrumbó por su desacierto ofensivo
13 nov 2008 . Actualizado a las 20:50 h.El Deportivo cumplió sin brillantez su objetivo de eliminar al Elche (de Segunda División) y clasificarse así para los octavos de final de la Copa del Rey. Había ganado en la ida por 0-2 y ayer venció en Riazor (2-0, gracias a un penalti lanzado por Pablo Álvarez y al estreno goleador en partido oficial de Omar Bravo, que no marcaba desde la gira de Venezuela). El equipo blanquiazul jugó sin intensidad y recibió silbidos por ello. Destacaron por su participación Pablo Álvarez, Cristian, Filipe Luis y Laure.
Partido típico de pretemporada, que diría el teórico de turno si este encuentro se hubiese celebrado a mediados de agosto. Mínimo interés pusieron en el asunto todos los implicados, comenzando por el público (en las gradas, prácticamente vacías, los de siempre) y continuando por los árbitros, que se retrasaron cinco minutos en el inicio.
La dejadez se tradujo en escasas ocasiones de gol, aunque a decir verdad era el Elche el que pretendía más. Lo intentó desde media distancia tirando al muñeco. Después, se dio a la presión y al contragolpe, supo robarle la pelota al Dépor y el ex ourensanista Rubén Pérez firmó el susto de la noche.
El Deportivo tardó en darse cuenta de que con Verdú y Valerón sobre el césped, el balón tenía que ser blanquiazul y el partido, para el equipo que supiese dar cinco pases seguidos. Mientras se lo pensaban los de Lotina, el Elche tuvo la segunda en un contragolpe tras el primer córner coruñés. Cobo malgastó una superioridad de tres contra uno dejándose la pelota atrás en el área grande de Fabricio.
Más de lo mismo en la segunda mitad, hasta que Amaya atajó con la mano y en el área un centro de Pablo Álvarez. Penalti y gol. Esta acción desatascó el juego blanquiazul, derrumbó al Elche y sentenció la clasificación a falta de media hora. Lo que sucedió después, lo normal entre dos equipos de diferente categoría. Omar Bravo aprovechó la corriente para estrenarse como goleador en partido oficial. La del Deportivo-Elche fue una eliminatoria a un solo partido.