El extremo madrileño se afinca con su familia en A Coruña tras un breve paso por Elche, y se da de plazo hasta diciembre para decidir si cuelga las botas
12 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Uno de los últimos bastiones en activo del mejor Deportivo de todos los tiempos regresa a A Coruña. Después de un breve paso por el Elche, Víctor Sánchez del Amo se afinca en la ciudad mientras se da de plazo hasta diciembre para encontrar un proyecto futbolístico que lo seduzca. Si no aparece, dirá adiós al fútbol una leyenda blanquiazul que puede presumir con orgullo de haber levantado la Liga, la Copa y la Supercopa como deportivista, títulos que lo enorgullecen incluso más que la Copa de Europa que conquistó con el Real Madrid.
-Vamos, que ya es usted un coruñés más.
-Por supuesto. Mi mujer y yo estamos encantados aquí. Y más con un hijo coruñés que a sus cinco años presume de ello a mucha honra. Dice que yo hablo madrileño porque soy de Madrid, pero que él habla gallego porque es coruñés. Y lo dice con un desparpajo y una personalidad que te deja alucinado. Tenemos muchas amistades aquí después de tantos años, y un cariño tremendo a la gente, que nos ha tratado fenomenal.
-¿Piensa todavía en jugar?
-En la situación actual estoy pensando ya más en mi futuro como ex futbolista que como jugador, pero la puerta no la he cerrado hasta diciembre por si surge algo interesante, aunque, anticipando esa situación, estoy formándome para seguir ligado al mundo del deporte.
-¿Qué estudia?
-El Curso de Dirección Deportiva que imparte la Federación Española de Fútbol. También estoy a la espera de hacer el de entrenador y, mientras, adquiero experiencia en otros ámbitos, como los medios de comunicación. Quizá sea pronto para tener una idea clara de cuál es el objetivo, pero con la tranquilidad que tengo ahora reflexiono y surgen ideas para el futuro. Entre otras, la posibilidad de vincularme a un equipo. Y sobra decir cuáles son los que más me gustarían, aquellos por los que he pasado y les tengo cariño.
-¿Le siguen parando por la calle?
-Me gusta pasar inadvertido, pero es verdad que la gente me pregunta qué hago aquí. Yo respondo siempre lo mismo: ¿Qué os creéis, que sois los únicos que vais a tener el privilegio de disfrutar de A Coruña? También me preguntan por qué no sigo jugando, y contesto que el fútbol ha llegado a una situación en la que, con la carrera que llevo a la espalda, uno se plantea si le interesa vivir esas dificultades. Vas a un club y te arriesgas a que desaparezca, y en este momento valoro estar con mi familia y no perderme muchas de las cosas que me perdí en la época de jugador.
-¡Y qué época, qué gran Dépor! ¿Se pone nostálgico?
-Cuando lo recuerdo, desde luego. Es posiblemente la etapa de mi carrera de la que me siento más orgulloso, porque a pesar de haber ganado la Copa de Europa con el Madrid, que es lo máximo para un jugador en un club, me llena de orgullo haber conquistado títulos con el Dépor, con el tirón que tuvimos entre los aficionados. Es más difícil y más meritorio lo que gané con el Dépor que la Copa de Europa con el Madrid.
-¿En qué jugador personalizaría aquella etapa?
-Uf, es que había muchos. Se hizo una gran plantilla. Me acuerdo mucho de Kouba, que tenía una gran calidad pero que le perjudicó ser extracomunitario. Naybet, Romero, Manuel Pablo, Mauro, Fran, Pauleta... Es un privilegio haber jugado con Valerón... Djalminha era otro fenómeno. Y luego el gol. Pauleta, Pandiani, Makaay... Delanteros extraordinarios. Con Roy mantengo una gran amistad y estoy deseando verlo cuando venga con el Feyenoord. Al final, el gol es lo que se cotiza.
-Justo lo que le falta hoy al Deportivo.
-Sí, el Dépor lo tiene muy complicado en ese sentido porque lo ves y te das cuenta de que no existe esa figura del rematador, y así es muy difícil. Se está viendo este año. Hay gente que centra muy bien, como Guardado, pero los balones se pierden. El gol es lo que marca la diferencia.