Fernando Echavarri vive su segunda experiencia de forma consecutiva en la Vuelta al Mundo. En la primera le pasó casi de todo: sufrió la muerte de un compañero, el barco se hundió... Son situaciones que el campeón olímpico cree que «sirven para aprender y coger experiencia», pero que no salvan de «un nuevo percance».
-¿Después de lo sufrido en la última edición aún le quedan ganas de volver a participar?
-Lo que pasó es algo a lo que estamos expuestos. Cuando uno se embarca en una aventura de este tipo sabe que pueden sucederle cosas como esas. Va en el oficio.
-Mirándolo desde el punto de vista optimista este año no puede ser peor.
-No crea. En la última edición vivimos situaciones complicadas, pero todavía puede ser peor.
-¿Por ejemplo?
-Nunca se sabe. De ahí la grandeza y lo que tiene esta competición que tanto nos motiva a todos los de la vela.
-¿Puede decirse que los Juegos suponen el reconocimiento externo a la vela y la Vuelta al Mundo el interno?
-No es totalmente así, pero algo de razón lleva. Los Juegos te dan un reconocimiento externo pero también interno del mundo de la vela. Esta prueba sí que es más para ganarte el favor de los más entendidos.