El presidente ejecutivo del Zaragoza, Eduardo Bandrés, amenazó ayer con acogerse a la «literalidad del contrato» de cesión de Ángel Lafita para recuperar al jugador maño cedido en el Deportivo. También dijo que había puesto en conocimiento del club coruñés la posibilidad de ejecutar esa cláusula. «Pensamos que tenemos la razón», dijo. «En el contrato no se dice desde cuando sino hasta el 30 de junio de 2009 y en períodos abiertos a la contratación de jugadores como es el actual», dijo, aunque reconoció la posibilidad de conflicto.
Insistió en que «hay jurisprudencia» en la que se ha dado la razón a la literalidad de la norma, aunque puntualizó que Lafita es la última opción de refuerzo para la banda.
Desde el despacho de representación del jugador se asegura que se reservan las acciones pertinentes hasta que el Zaragoza ingrese el dinero en la Liga de Fútbol Profesional.
Fuentes del club maño vinculan la operación de Lafita con la compra de Pablo Amo.